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‘Mono’ de dunas y de carretera

‘Mono’ de dunas y de carretera

Tras dos meses sin circulación de vehículos por la FV-104, el primer día de reabierta volvió a su ritmo normal de bañistas y surfistas en las playas de las Dunas y de tránsito de guaguas, algún taxi, turismos y transportistas, quedando otra vez casi desierta la nueva autovía entre La Caldereta y Corralejo

Jueves, 1 de enero 1970

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Catalina García / Corralejo

Bañistas intentando ahuyentar los 29 grados de calor, gente haciéndose el último selfie a lomos de las dunas, pescadores de risco en risco, vehículos llenando los aparcamientos autorizados, pocos surfistas por la ausencia de la más mínima brisa y tráfico, mucho tráfico. Es el paisaje del primer día de reapertura de la carretera que atraviesa el Parque Natural de las Dunas de Corralejo, la FV-104, que ha permanecido durante dos meses cerrada por el rodaje de Wonder Woman 1984 y para la realización de un estudio de impacto económico y social sobre su clausura definitiva. El Gobierno de Canarias tiene ahora la última palabra sobre si cierra de forma definitiva cuando, en febrero de 2019, se termine la obra de la autovía Corralejo-La Caldereta.

Los doce kilómetros de la FV-104, situados entre las rotondas de los hoteles Oliva Beach y Tres Islas y de Parque Holandés, recobraron ayer la normalidad propiciada por un día de playa azul turquesa y sin viento. Salvo por algunos comentarios de asiduos a las Grandes Playas, El Moro o El Burro, los turistas tomaban el sol, escalaban dunas y se refrescaban en el mar. La vuelta a la normalidad era tal que hasta algún coche se quedó enterrado en la arena. Nada hacía presagiar los dos meses pasados de polémica abanderada por los vecinos de Parque Holandés y La Caleta y apuntalada por varios partidos políticos, entre ellos el Partido Popular (PP) y Nueva Canarias (NC), que se hizo patente en dos manifestaciones en Puerto del Rosario y en el mismo Corralejo y en la recogida de unas 20.000 firmas en contra del cierre de la vía de las Dunas.

Del lado de la reapertura definitiva se mostró esta semana el presidente Marcial Morales que aseguró que «estamos trabajando para demostrar que es compatible mantener la carretera abierta con restricciones, con la preservación de las Dunas de Corralejo, que es en lo que todos estamos de acuerdo. Queremos conseguir que a corto plazo no haya una amenaza de cierre de la carretera». Una vez se tengan los datos del estudio que evaluará el impacto económico y social de este cierre, el Cabildo de Fuerteventura redactará una propuesta de alternativas para hacérsela llegar a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias con el objetivo de que «se mantenga abierta al tráfico».

Medida compensatoria

El Cabildo retoma así las gestiones iniciadas hace meses con el Ejecutivo de Canarias para evitar el cierre definitivo de la carretera de las Dunas contemplado en el proyecto de la autovía Corralejo-La Caldereta. La declaración de impacto ecológico de este tramo viario establece que deberá adoptarse como medida compensatoria la eliminación definitiva del tramo de la carretera que atraviesa el Parque Natural de Las Dunas de Corralejo. De hecho, para certificar el final de obra de la autovía la constructora debe colocar unas barreras que eviten el paso de vehículos.

Ya en septiembre de 2017, el pleno del Cabildo de Fuerteventura acordó solicitar a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias que adoptara las medidas necesarias para que la carretera de las Dunas permanezca abierta una vez finalizada la autovía Caldereta-Corralejo, aplicándose todos los condicionantes para desviar a la autovía la mayor parte de tráfico posible, sobre todo el pesado.

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