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La «ilegal» renovación de Las Rehoyas

La «ilegal» renovación de Las Rehoyas

El PP considera que iniciar la reposición de Las Rehoyas a costa del parque puede ser «ilegal» y no descarta ir a los tribunales si el Ayuntamiento desoye sus alegaciones. Cree que la renovación puede empezar en otros solares de la ciudad

Jueves, 1 de enero 1970

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El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, advirtió este viernes al grupo de gobierno de que su intención de poner en marcha el plan de reposición de Las Rehoyas-Arapiles con la construcción de 146 viviendas sobre el parque de Las Rehoyas es «ilegal». Y anunció que su grupo no descarta ir a los tribunales para defender la integridad del parque en caso de que el grupo de gobierno no acepte las alegaciones presentadas.

El argumento que desgranó el edil es el de que la compensación que se plantea por la pérdida de espacios libres -los 3.600 metros cuadrados del parque que se recalifican como urbanizables- se debería establecer en el mismo sistema, y no en La Ballena, como planteó el grupo de gobierno. Hay que recordar que el Ayuntamiento modificó el Plan General de Ordenación para permitir la construcción de un bloque de pisos, destinado a la reposición de Las Rehoyas, sobre el espacio que ocupan un campo de fútbol y parte del aparcamiento del espacio libre. Y a cambio, se categoriza como espacio libre, a modo de compensación, un suelo del parque de La Ballena que no está contemplado como tal pero que, de facto, ya es parque.

El PP arroja ahora dudas sobre la legalidad de esta operación ya que entiende que la Ley del Territorio de Canarias obliga a compensar la reducción de los espacios libres y el aumento de la edificabilidad en el mismo entorno en que se plantean estas operaciones urbanística. «Es como si ahora deciden construir un edificio en el parque del castillo de La Luz y para compensar esa pérdida de zonas libres en La Isleta deciden hacer un parque en San Cristóbal», explicó el edil.

Además, en su escrito aporta jurisprudencia en el sentido de que legalmente no puede hacerse así. «Nosotros y cualquiera» podría denunciar estos hechos, reconoció Sabroso a preguntas de los periodistas. «No queremos poner la zancadilla al proceso de reposición», añadió, para luego argumentar que esta debilidad jurídica pone en riesgo todo el procedimiento de renovación, que afecta a 2.558 familias.

El edil aseguró que su formación política tratará de frenar esta iniciativa en todos los ámbitos institucionales posibles. Como ejemplo de ello, en la rueda de prensa de presentación de las alegaciones estuvo presente el consejero insular del PP Felipe Afonso El Jaber. «El Cabildo de Gran Canaria tiene que apoyar todos los planes de reposición, pero no pueden suponer pérdida de espacios libres», indicó, «vamos a solicitar al Cabildo que imponga la condición de que la reposición de Las Rehoyas no se haga a costa del espacio verde».

Sabroso considera un «disparate» que para comenzar el plan de reposición se tenga que restar espacio al parque. Y eso no solo por lo que pérdida de zonas libres supone, sino también porque lo considera un despilfarro de dinero. Hay que recordar que de los 4,6 millones de euros con que cuenta el plan de reposición de Las Rehoyas en estos momentos, unos 2,34 millones de euros se irán en la demolición del campo de fútbol y su construcción sobre el espacio que ahora ocupa la zona de juegos infantiles.

Desde el Partido Popular se entiende que hay otros suelos en otras partes de la ciudad -en estos momentos el Ayuntamiento baraja como opciones de construcción algunos solares de Casablanca III, Tamaraceite Sur, La Feria y frente al hospital Doctor Negrín- y también en el interior del barrio que permitirían acometer la renovación del barrio de Las Rehoyas sin tener que sacrificar una parte del parque.

Los vecinos piden que se retire

La plataforma vecinal Rehoyas-Arapiles también ha presentado sus alegaciones al plan de reposición. En su escrito, los vecinos demandan que se retire la propuesta de edificar el parque de Las Rehoyas porque carece de consenso y porque pone en peligro el futuro del plan de reposición ante una posible judicialización del asunto.Pero es que, además, se oponen a esta iniciativa porque «conlleva, de una u otra forma, especulación del suelo, aunque pudiese tener cobertura legal».

Por otro lado, entienden que la construcción de más de cien viviendas sobre el parque de Las Rehoyas puede suponer un «muro». Por este motivo, consideran «preferible buscar otras soluciones alternativas -en el marco legal- dentro de la propia delimitación del barrio, a ser posible, sin hacer uso del espacio del parque de Las Rehoyas, aunque las soluciones puedan no ser mejores técnica y ecológicamente».

Es más, creen que podría suponer un peligroso precedente para el resto de espacios libres de la capital grancanaria.

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