El equipo de Negrín sigue manejando RTVC en la etapa de Naranjo Sintes

Con esos asesores, Naranjo Sintes no atiende al hecho de que Videoreport Canarias -empresa participada por la editora de CANARIAS7- fue la ganadora del concurso de informativos de la Televisión Canaria. Esta empresa, actual prestataria del servicio, cumplió asimismo con los requisitos adicionales pedidos por Santiago Negrín, entre los que se incluyó la presentación de un aval por importe de 7,2 millones de euros. La formalización de esa garantía genera unos costes que crecen cada día ante la inacción de RTVC, con las responsabilidades derivadas de esa decisión, primero en manos de Santiago Negrín y ahora en las de Naranjo Sintes.

En cuanto a Carlos Cabrera, cabe recordar que su despacho jurídico defendió durante años a la Cadena Ser y a la empresa audiovisual Socater, participada por el Grupo Prisa y Editorial Prensa Ibérica (editora en Canarias de los periódico La Provincia y La Opinión de Tenerife). Ambos grupos concurrieron al citado concurso de informativos en la empresa Nuntium TV, que fue descalificada en el negociado sin publicidad por errores al presentar su oferta.

Carlos Cabrera tuvo un papel relevante en el concurso, pues Negrín contó con sus servicios una vez que el jurista Martín Orozco, que durante años asesoró a RTVC, advirtió al entonces presidente de que esa licitación debía contar con la autorización del propio Consejo Rector. Fue entonces cuando Carlos Cabrera asumió la revisión de los pliegos, en colaboración directa con Daida I. Rodríguez y Heriberto Monzón, director Corporativo de Televisión Canaria.

Ahora, en la etapa transitoria de Naranjo como administrador único, Carlos Cabrera repite como asesor jurídico pese a esos precedentes y pese al compromiso de CC con el resto de grupos parlamentarios de que se abría una etapa en la que no intervenían los anteriores responsables. Cabe recordar, además que el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Santa Cruz de Tenerife, Francisco Úbeda, fue muy contundente en su auto con fecha del 5 de abril al señalar que el pliego del concurso de informativos reelaborado por Carlos Cabrera y por encargo de Negrín y su equipo chocaba frontalmente con la ley. El pliego, dijo el juez, fue «dictado por órgano manifiestamente incompetente y con omisión del procedimiento legalmente establecido para la adopción de acuerdos por el Consejo Rector en materias de su competencia».

El citado magistrado, en un auto notificado el pasado 15 de mayo, volvió a subrayar que Martín Orozco ya había advertido en enero de 2017 a Santiago Negrín que el concurso de informativos obligaba «a contar con un acuerdo previo del Consejo Rector», por cuanto significaba proseguir con la externalización de dicho servicio. Y asimismo el juez Francisco Úbeda en dicho auto calificó más adelante como «clarificador» el informe de Martín Orozco. Lo cierto es que el trabajo de este jurista fue cambiado en pocos días por Carlos Cabrera, que dio vía libre a Santiago Negrín para erigirse en órgano unipersonal de contratación. Tanto Negrín como su equipo presumieron siempre de contar con informes jurídicos solventes e incluso con resoluciones judiciales a su favor; luego, cuando la realidad fue otra, Negrín usó esas resoluciones judiciales como excusa para dimitir y no culminar así la adjudicación a Videoreport Canarias, que ganó el concurso al ser la «oferta más ventajosa».

En medios parlamentarios y audiovisuales empiezan a saltar las alarmas ante las consecuencias jurídicas de las acciones del administrador único, así como la posibilidad de que la misión de sacar a RTVC del precipicio al que llevó al ente el equipo formado por Negrín, Carlos Cabrera, Daida I. Rodríguez y José Luis Méndez se acabe frustrando precisamente por la actuación de quienes asesoraron al anterior presidente y que siguen manejando los hilos.

Todo indica que está trazada una hoja de ruta que pasa por dar preferencia al grupo Mediapro como nuevo operador de referencia en RTVC. Mediapro se presentó al concurso de informativos a través de la empresa Liquid Media, cuya oferta fue valorada en segundo lugar, casi siete puntos por debajo de la de Videoreport.