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El hijo de Romina viaja esta semana a España para poder cotejar el ADN

El hijo de Romina viaja esta semana a España para poder cotejar el ADN

El sumario revela que la joven paraguaya pudo ser asesinada en la tarde del 31 de diciembre. El marido hizo 1.348 kilómetros en dos días para tirar los restos al mar, tras antes quemar el cuerpo

Martes, 12 de febrero 2019, 00:37

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El hijo de 4 años de edad de Romina Celeste Núñez Rodríguez, la mujer presuntamente asesinada por su marido, Raúl Díaz Cachón en Costa Teguise, el día de Nochevieja, ya está en condiciones de viajar esta semana a España, desde Paraguay. A priori, quedará a cargo de su padre, en Alicante, sin llegar a Lanzarote, si bien previamente hará parada en Madrid, donde se le tomarán muestras de ADN, para comparar éstas con el pulmón humano hallado el 5 de enero en la playa de Las Cucharas. La Guardia Civil cree que este resto pertenece a la joven paraguaya.

De ser positiva la comparación, los investigadores consideran que se daría sustento definitivo a las conclusiones incluidas en el sumario del Juzgado de Instrucción 1 de Arrecife, presidido por Emma Fernández Lemus, que apuntan a que el marido, Raúl Díaz Cachón, fue el autor material de la muerte. El ingeniero madrileño, no obstante, en momento alguno se ha reconocido responsable de la muerte. Sí consta, atendiendo a la investigación judicial, que quemó el cuerpo, usando una barbacoa en el hogar familiar, en la urbanización El Palmeral de Costa Teguise. También consta que lo troceó, para posteriormente deshacerse del mismo, tirándolo al mar.

Según se recoge en el sumario, los investigadores han concluido que la muerte de Romina Celeste tuvo lugar pasadas las 16.00 horas de día de Nochevieja. Se toma como base el teléfono de la víctima, quien sobre esa hora dejó de comunicarse con su familia en Paraguay. «A las 16.06 horas del día 31 de diciembre de 2018, Romina aún permanece con vida, pues envía un audio de voz a madre», Miriam Rodríguez, «en que se interesa por su padre, y a las 16.15 horas del mismo día, apenas nueve minutos más tarde, ya no lee los mensajes que le envía su familia».

Y no fue hasta pasadas las fechas navideñas cuando el marido hizo la denuncia de la desaparición de su mujer, diciendo desconocer su paradero. Fue investigado durante esos días, siendo clave una conversación telefónica de Raúl Díaz Cachón con un primo, el 13 de enero, agente policial en Alcalá de Henares, a quien le dijo que se había deshecho del cuerpo, siendo arrestado casi de inmediato, antes de que se entregara, como parecía tener intención de hacer. En el sumario judicial consta cómo actuó, a tenor de las declaraciones prestadas, para no dejar rastro del cuerpo. El cadáver de Romina fue quemado y descuartizado.

La mayor parte del cuerpo acabó en Los Ancones. Las extremidades, que no pudo quemar el ingeniero madrileño junto con el tronco, asegura el marido que la lanzó al mar en Los Hervideros. Para trasladar los restos, Raúl Díaz Cachón se valió de un coche alquilado, un Citröen Cactus de Avis. Con este vehículo recorrió 1.348 kilómetros entre el 3 y el 5 de enero. Los restos los traslada en varias bolsas. En el caso de Los Ancones, ya vacías, «las introduce en otra bolsa de basura y la tira en un contenedor que se encuentra en la entrada del camino de tierra de Los Ancones», según la declaración sumarial, añadiendo que entre los restos lanzados, «no se encontraban las extremidades inferiores, que seguían en la casa sin embolsar».

Los restos que aún guardaba los tiró al agua en Los Hervideros, donde los buzos no tuvieron éxito en el rastreo hecho el 15 de enero. Según la versión del marido, «en ese sitio hay un muro de mirador», donde apoyó la bolsa, «arrojando el conjunto de los restos mortales de Romina al mar, escuchando como caen al agua». Las bolsas empleadas fueron despositadas, de regreso a Costa Teguise, en «un contenedor de basura que está en la entrada de la Urbanización Los Lirios, de Tías». Aquí se quitó la ropa que llevaba (unos vaqueros, una camiseta y unas zapatillas Nex Balance azules), «que era la ropa que vestía cuando en la casa se dedicaba a quemar los restos de Romina y embolsarlos».

La magistrada que tutela la investigación, que todavía se está centrando en tomar declaración a testigos, ha pedido periciales para esta semana, en aras de ir acotando piezas del caso. En este orden, se ha pedido que se efectúe un análisis de personalidad del investigado, a bien de que se pueda determinar o descartar la existencia de alguna patología psiquiátrica o algún trastorno de la personalidad. Y en caso de que los profesionales médicos consideren que hay indicios, que se cuantifique el grado.

De Raúl Díaz Cachón consta que consumió drogas en los días en que supuestamente se deshizo del cuerpo de Romina Celeste, a tenor de diversos relatos contenidos en el sumario; donde también constan contenidos de diversas disputas mantenidas por la pareja. Curiosamente, en el sumario, según la versión de la Benemérita, no entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, a diferencia de lo dicho por el sospechoso.

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