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Carlos Santana Beltrán y / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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Los seis detenidos, entre ellos un menor de edad, en la operación Tamaragua contra el tráfico de cocaína y hachís en el Cruce de Arinaga contaban con turnos horarios, como en cualquier comercio legal, para la venta y distribución de la cocaína y el hachís que vendían durante las 24 horas del día, todos los días, en la vivienda bunkerizada ubicada en la Urbanización Roque Nublo, en el Polígono Residencial del Cruce de Arinaga.
Además, el presunto cabecilla de la red había impuesto normas de actuación muy concretas para el desarrollo de la actividad de venta. Los compradores de drogas acudían a la citada vivienda durante toda la jornada de lunes a domingo, procedentes de diferentes localidades de los municipios de Agüimes, Ingenio, Telde, Santa Lucía de Tirajana y San Bartolomé de Tirajana. Un trasiego constante que había levantado las sospechas de los investigadores. Tal y como adelantó ayer CANARIAS7, la vivienda contaba con numerosas medidas de seguridad convirtiendo la misma en un auténtico búnker. Además del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (E.D.O.A) y la Agencia Tributaria, participaron el Grupo de Reserva y Seguridad Nº 8 de Canarias, el Núcleo de Reserva de esta Comandancia, los Grupos de Intervención Rápida de Vecindario y Lanzarote, agentes del Puesto Principal de Agüimes, Servicio Cinológico, Seprona, y Equipo Territorial de Policía Judicial de Vecindario.
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