Imagen de una de las detenciones. / canarias7

Libertad con cargos para los cuatro detenidos en la persecución policial en Cruz de Piedra

Los cuatro jóvenes de 18, 19, 21 y 27 años, fueron arrestados tras una espectacular persecución policial que terminó con el atropello de un hombre de 61 años

Francisco José Fajardo
FRANCISCO JOSÉ FAJARDO Las Palmas de Gran Canaria

Los cuatro jóvenes que aún permanecían detenidos tras huir de la policía, atropellar a una persona y colisionar contra una ambulancia, antes de entrar en una casa del Polígono Cruz de Piedra para esconderse de los agentes, fueron puestos ayer en libertad pero con cargos por cinco delitos. En concreto, a Marco Ajonay C. S., Jesús Ariyuma P. S., Luis Enrique S. R. y Francisco Jesús S. A. se les imputa inicialmente cargos por lesiones, allanamiento de morada, resistencia o desobediencia a la autoridad y sendos delitos contra la seguridad vial y la del tráfico.

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria, en funciones de guardia, determinó esta medida después de que todos se acogieran al derecho a no declarar y tras valorar los testimonios ofrecidos en sede policial de la víctima del atropello y de los demás testigos.

El herido, nacido en el año 1961, presentó laceraciones en la cara, varias costillas y una clavícula rota y un fuerte golpe en el hígado. Mientras, la mujer propietaria de la vivienda en la que entraron los investigados para esconderse de la Policía Nacional que los perseguía y los técnicos de la ambulancia contra la que estos colisionaron, estaban en buen estado a pesar del susto que se llevaron.

Los agentes detuvieron el jueves a una quinta persona, tío de uno de los investigados, por haber interpuesto una denuncia falsa por la sustracción del coche de alquiler con el que cometieron los delitos, cuando realmente les cedió el coche. En el mismo, los policías encontraron tras la colisión con una ambulancia numerosos objetos que usarían presuntamente para cometer robos.

Los hechos ocurrieron el martes, cuando un binomio de agentes de la Policía Nacional vio como un Seat León de alquiler se saltaba un stop en la calle Padre Cueto y estuvo a punto de colisionar con el coche patrulla donde ambos viajaban.

En ese momento, siguieron al coche donde iban los cuatro jóvenes, dándoles aviso con los luminosos y acústicos a fin de que procedieran a pararse, pero en vez de aminorar la marcha, circularon a gran velocidad para darse a la fuga. En esa primera maniobra, provocaron que los peatones que estaban cerca tuviesen que correr para no ser atropellados.

Tras girar a gran velocidad en la calle Sagasta rumbo a la calle Salvador Cuyás, el conductor se siguió saltando señales de stop circulando «a gran velocidad y de manera manifiestamente temeraria», como así expuso la autoridad judicial. Se incorporaron a la calle Eduardo Benot, se saltaron un cebreado destinado para separar las vías y a punto estuvieron de chocar con un tercer vehículo.

Sorteando peatones

Siguieron haciendo zigzag para sortear vehículos mientras eran perseguidos por la policía y se dirigieron hasta la calle Gran Canaria, donde realizaron un trompo para incorporarse a la autovía GC-1 dirección sur.

En la desviación para incorporarse al túnel de Julio Luengo, el perseguido fue interceptado por un vehículo policial y los agentes vieron como uno de los investigados, Luis Enrique, iba conduciendo el coche de alquiler. En ese instante aceleró e hizo un amago de colisionar con los agentes, por lo que tuvieron que dejarlo pasar y continuar la persecución.

Siguieron por la GC-1 y derraparon a la altura de la calle Munguía para incorporarse a la avenida Rafael Cabrera, dirección hacia la estación de guaguas.

Subieron por el Parque San Telmo circulando por la acera del hotel Parque y fueron en dirección al Polígono Cruz de Piedra transitando por las calles Bravo Murillo, Subida de Mata, Ctra. del Norte y Juan Saraza Ortiz. Cuando entraron en Santa Luisa de Marillac, atropellaron a un varón de 61 años que sufrió varias fracturas.

Mientras tanto, agentes de varios grupos, realizaron un cierre del Polígono Cruz de Piedra para evitar que los perseguidos continuasen poniendo en «peligro la seguridad ciudadana así como demás usuarios de la vía», sostiene el atestado policial.

Tras verse atrapados en las calles de ese barrio, el conductor del vehículo colisionó en Joaquín Belón, mientras circulaba en dirección contraria, con una ambulancia que estaba asistiendo a una señora de 89 años de edad. Los dos técnicos resultaron ilesos.

El atestado de este suceso destacó que, dada la hora y la zona en la que se produjeron los hechos, situada en la puerta de un centro escolar, se provocó «una gran alteración del orden público así como de la seguridad pública» y «todos los allí presentes comenzaron a increpar» a los agentes actuantes.

A la carrera

Los policías empezaron a buscar a pie a los fugados y entraron en el portal n° 12 de la calle Joaquín Belón. Al llegar, observaron gotas de sangre en la subida de la escalera, perdiendo el rastro en la octava planta.

Allí empezaron «a realizar las pesquisas necesarias para la localización y detención» de los jóvenes y descubrieron que estaban dentro de una vivienda. Tras varios minutos, una vecina abrió la puerta muy nerviosa y, alzando las manos, exclamó que ella no tenía «nada que ver», gesticulando con la cabeza hacia el interior de la vivienda para hacer ver a los agentes que los cuatro fugados estaban en su domicilio.

Los policías entraron y allí se encontraban Marcos, Jesús Ariyuma y Francisco Jesús, todos ellos «sudorosos y evidentemente nerviosos», aunque el primero estaba herido de diversa consideración en su cara.

Los agentes expusieron que los detenidos «mostraron en todo momento una actitud poco colaboradora».

Otro de los agentes encontró al cuarto ocupante del coche fugado, que en primera instancia dijo que era «el cuidador de la señora», pero esta lo negó rotundamente. El mismo era el investigado Luis Enrique.

Por último, el atestado policial indicó que «en el momento de introducir a los individuos en el vehículo», Marco «aleccionaba y daba instrucciones de lo que debían hacer y decir en voz alta al resto, mostrando incluso una vez en dependencias policiales una posición de líder» sobre los demás.

Los cuatro detenidos han tenido problemas con la Justicia

Marco Ajonay C. S., Jesús Ariyuma P. S., Luis Enrique S. R. y Francisco Jesús S. A. ya saben lo que es tener problemas con la Justicia puesto que acumulan detenciones y procedimientos anteriores a la fuga que protagonizaron este martes pasado. Marco Ajonay C. S. fue detenido en su momento por conducción sin permiso y robo con fuerza en las cosas, Jesús Ariyuma P. S. por sustracción de vehículo a motor, Luis Enrique S. R. por este mismo último delito y otro contra la seguridad vial y, por último, Francisco Jesús S. A. lo fue por tráfico de drogas. El quinto capturado es tío de Francisco Jesús y responde al nombre de Javier Francisco.