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«Le golpeé en todo el cuerpo sin controlar mi cabeza y mi mano»

«Le golpeé en todo el cuerpo sin controlar mi cabeza y mi mano»

Na Li, la mujer de nacionalidad china acusada de asesinar a palos a su hijastro de 9 años en el piso donde vivía junto a su pareja y otro hijo en común en la capital grancanaria, confesó ayer los hechos ante el jurado constituido en la Audiencia Provincial de Las Palmas: «Le pegué una paliza durante 40 minutos y lo hice porque mi cabeza no funcionaba ya que me decía siempre que odiaba a su hermano. Le golpeé con un palo en todo el cuerpo ya que no podía controlar ni mi cabeza ni mi mano, pero nunca pensé que el niño iba a morir», declaró ayer en la vista oral.

Francisco José Fajardo

Jueves, 7 de marzo 2019, 01:56

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Un relato estremecedor de unos hechos para los cuales las acusaciones interesan que le sea impuesta la pena de prisión permanente revisable, un hecho que se produce por primera vez en la provincia de Las Palmas. Por su parte, la defensa solicita que sea condenada por homicidio.

Na Li, que nada más comenzar su declaración rompió a llorar cuando el magistrado presidente Miguel Ángel Parramón ordenó que le quitaran las esposas, relató que «al principio la convivencia con el niño y nuestro hijo común era buena e incluso cuando me llamó ‘mamá’ por primera vez fue el día más feliz para mí», narró. Pero esta situación empeoró con el tiempo «porque intentaba que entre los dos niños –el fallecido y el de la pareja– hubiera buena relación y no había manera. Yo necesitaba apoyo y ayuda y empecé a pegarle cuando no quería estudiar. No me hacía caso ni respetaba y me decía que nos odiaba tanto a mí como a su hermano que lo era todo para mí», manifestó en la sala. «Trataba de corregirlo pegándole porque si seguía desobedeciendo, lo iban a mandar a un centro de acogida y eso sería horrible», manifestó.

Fruto de las palizas que daba al menor, Na Li reconoció que dejó de llevarlo al colegio 65 veces en los meses anteriores a su fallecimiento «para que no se diera nadie cuenta de las marcas» hasta que llegó el día 8 de mayo de 2016, fecha en la que «le pegué una paliza durante 40 minutos», reconoció. «Ese día el niño me dijo otra vez que odiaba a su hermano y mi cabeza dejó de funcionar. Le empecé a pegar con un palo mientras mi cabeza no pensaba y a pesar de que lo veía sangrando. Era la primera vez en mi vida que estaba tan enfadada y, aunque nunca pensé en que el niño iba a morir, le golpeé por todo el cuerpo sin poder controlar ni mi cabeza ni mi mano», contó a una sala estremecida por tal relato. «Tras 40 minutos seguía diciéndome que odiaba a su hermano y yo no podía controlarme. En ese momento fui egoísta ya que solo pensaba en mi hijo. No puedo, no puedo, no puedo... ¡Perdonen!», exclamó sollozando al fiscal Miguel Pallarés.

«Estaba muy enfadada porque quería mejorar la relación entre los niños y pensé que si le pegaba iba a coger miedo y mejoraría su comportamiento. Empecé a pegarle y fue en ese momento cuando mi cabeza dejó de funcionar, yo no veía al niño sangrando, sino veía solo un pijama al que tenía que golpear con el palo», manifestó.

Na Li contó al jurado como pegaba de manera repetida a la víctima y lo hacía de tal manera de que nadie se enterara: «Lo hacía sin que el padre ni nadie se diera cuenta y por ello lo vestía con ropa larga o salía a la calle con él cuando el padre veía de trabajar. Tampoco lo llevaba al colegio. Yo quería una familia feliz y normal y me encontraba sola y necesitada de cariño ya que mi marido estaba todo el día trabajando y mis hijos se peleaban entre sí», declaró. «Yo no vivía para mí sino para cuidar de mis hijos y mi marido durante todo el día», finalizó la acusada de asesinar a su hijastro.

Las acusaciones: prisión permanente y dos años de cárcel.

Las acusaciones representadas por el fiscal Miguel Pallarés y el letrado Tinguaro González interesan para Na Li la pena de prisión permanente revisable, la inhabilitación absoluta, 30 años de prohibición de aproximación a menos de 500 metros y comunicación con la madre del fallecido y la privación de la patria potestad respecto de su hijo. Con respecto al padre biológico, lo acusan de comisión por omisión y afronta una petición de dos años de cárcel y cinco de alejamiento con la madre biológica del fallecido.

Las defensas: homicidio y la libre absolución del padre.

Por su parte, la defensa de Na Li, representada por la abogada Min Ae Joo, solicita que su patrocinada sea condenada por un delito de homicidio, al considerar que no concurren las circunstancias suficientes para que los hechos sean considerados un asesinato con la concurrencia de un agravante de abuso de superioridad y la circunstancia mixta de parentesco, como así estima el fiscal. Por su parte, el abogado Atreyu Santana pide la libre absolución del padre biológico del menor.

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