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El plástico está acabando con La Graciosa

El plástico está acabando con La Graciosa

Es una de las peores plagas que se pueden vivir en nuestros tiempos, la contaminación del plástico. En La Graciosa, sus idílicas playas se ven maltratadas por los microplásticos, que llegan por toneladas, haciendo un daño incalculable al archipiélago chinijo.

Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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En un reportaje que publica este domingo El País, titulado El paraíso canario donde acaba nuestra basura, alerta del extremo peligro que ocasiona esta plaga del siglo XXI, y la dificultad que supone pararla. Bolsas y bolsas cargadas por voluntarios de los trozos más grandes, pues lo microplásticos son casi imposible de detectar, ya que tienen el tamaño de un grano de arena. La organización ecologista WWF, que lucha de manera incansable en las playas de La Graciosa contra esta lacra, alerta de que la pequeña isla es el basurero del sur de Europa, norte de África e incluso de América, arrastrado por las corrientes.

El plástico puede entrar en la cadena alimentaria

Cada marea arroja sobre las playas de Canarias hasta 120 gramos de trocitos milimétricos de plástico por metro cuadrado de arena, testimonio de unos niveles de suciedad en los océanos que inquietan, porque el plancton puede incorporar esa basura (y sus contaminantes) a la cadena alimenticia.

Diversos estudios llevan advirtiendo desde hace años de que los océanos están llenos de miles de toneladas de plástico que tardan décadas en degradarse y que, con frecuencia, matan de forma lenta y cruel a aquellos cetáceos y tortugas que se los comen pensando que se trata de calamares o medusas, porque les obstruyen el estómago.

Un estudio con resultado nada optimistas

Durante un año, entre 2015 y 2016, la doctora en Biología Alicia Herrera y otros miembros de su equipo visitaron dos veces al mes las playas de Famara (Lanzarote), Lambra (La Graciosa) y Las Canteras (Las Palmas) para recoger muestras de microplástico. La más contaminada de todas ellas, es sorprendentemente, la menos transitada, la de Lambra, en La Graciosa. El principal motivo, su ubicación. Ubicada al noroeste de La Graciosa, y al norte de Canarias, convierten a esa playa en un lugar tristemente privilegiado para ser uno de los basureros naturales más maltratados del planeta.

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