La conciencia ciudadana cerca el maltrato animal en Canarias: Patuco «no es un caso aislado»
Las denuncias al Seprona se han disparado en 20 años. Las organizaciones creen que las condenas son irrisorias
«Que una persona matara a un perro hace 20 años no era noticia». El progreso humano está en la calle y, en ocasiones, emite destellos. En otras, fogonazos. Fue lo que ocurrió el pasado 9 de julio en Vecindario, cuando una 'patrulla' de vecinos lo puso todo patas arriba para salvar a un perro de las profundidades de un contenedor soterrado. La voz de alarma la dio un hombre que escuchó los llantos del animal. La policía llegó a personarse, pero no actuó al no oír nada, de acuerdo con el relato de este grupo de rescatadores civiles, cuya movilización y voluntad evitó un desenlace fatal para el can, al que pusieron de nombre Patuco.
No es un hecho aislado. «Todos los días aparecen gatos y perros abandonados en muchísimos puntos de Gran Canaria», lamenta Samuel Rodríguez, veterinario del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, cuyas palabras abren este texto. Sin embargo, reconoce que la «sociedad ha cambiado», algo que se ve reflejado en la preocupación de ese vecino ante el quejido del can.
El capitán del Servicio de protección de la naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Las Palmas, Germán García, coincide y asegura que hay una mayor concienciación ciudadana en lo que a bienestar animal se refiere. «Es la materia donde más han crecido las incidencias, llamadas o denuncias desde hace 20 años; es la materia estrella en el marco de nuestras competencias», apunta.
El capitán atribuye esa sensibilización a la relación cada vez más estrecha entre animales y humanos: «Hoy todo el mundo tiene perros, gatos, animales de todo tipo y eso lleva a que el malestar ante malos tratos sea mayor». Solo en Canarias habitan 588.500 perros y 64.370 gatos, según los últimos datos de la Red española de identificación de animales de compañía (Reiac). Son más canes que menores de 16 años, que el INE cifra en 237.205.
La presidenta de la asociación canaria Abogados pro defensa de los animales (Prota), Maite Bautista, va más allá y asegura que «los avances en protección animal vienen de la población civil», que asume unas competencias que corresponden a la administración pública, que «es justo la que no hace nada».
La letrada destaca esa movilización social a través de las protectoras, «que lo pagan todo de su bolsillo», de los veterinarios y de los propios abogados, que muchas veces operan «gratis», así como de los agentes del Seprona, que «trabajan fuera de hora, sábados y domingos».
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Con todo, para Yolanda Morales, portavoz nacional del Partido animalista con el medio ambiente (Pacma), todavía hace falta mucha labor pedagógica para concienciar aún más a la ciudadanía: «Es carente en muchísimos aspectos y no se ve reforzada por una legislación lo suficientemente punitiva». Morales pone el foco en la falta de registros sobre casos de maltrato o abandono animal, que impide conocer a ciencia cierta la magnitud del asunto.
Maite Bautista dibuja un escenario algo polarizado en Canarias con respecto al bienestar animal: «Bien no vamos», incide, para luego subrayar que la población isleña que sí está concienciada se caracteriza por su gran implicación.
¿Cómo evoluciona Patuco?
El veterinario de Santa Lucía de Tirajana señala que Patuco «ha mejorado mucho en el cuadro respiratorio». El can, que se estima que tiene entre 14 y 15 años, fue derivado al Hospital veterinario Benartemi, que tiene convenio con este municipio grancanario. Allí se le diagnosticó «un cuadro neurológico degenerativo bastante avanzado por la edad» y un edema pulmonar, que pudo ser causado por el «estrés» que sufrió o por el «golpe al caer en el contenedor soterrado».
Lo que más preocupa de cara a la adopción o acogida de Patuco es que «no come, hay que alimentarlo por medio de una jeringa y no todo el mundo dispone de los recursos ni del tiempo necesarios». Debido a su degeneración, el animal tampoco puede interactuar mucho y «no coordina»al caminar.
Leticia Segura, que se define como la «loca de los animales de Vecindario», abanderó el rescate de Patuco y denunció ante el Seprona de la localidad grancanaria su abandono. El propietario del perro fue identificado y detenido gracias a la colaboración ciudadana, y puesto en libertad posteriormente.
Responsabilidades legales
La abogada Maite Bauitista no se muestra optimista respecto a las responsabilidades penales que pueden recaer sobre él: «Los animales están bastante mal protegidos en España», resume, a la vez que adelanta que su asociación se va a personar en la causa de Patuco como acusación popular, una vez se judicialice.
La abogada arremete con contundencia contra el código penal español, reformado en el año 2023, por ser «bastante laxo» contra el maltrato animal. «El delito de maltrato animal por excelencia es el que produce lesiones (físicas o psíquicas), que requieren de tratamiento veterinario, o bien la muerte del animal. Es el que tiene la mayor condena, pena de prisión, pero con la modificación que hizo el Gobierno de España en 2023, en lugar de prisión se puede poner una multa, con lo cual es un atraso», explica. La pena de prisión oscila entre los 12 y 24 meses, por lo que, de carecer de antecedentes penales, se puede eludir la cárcel con facilidad.
Bautista estudia actualmente qué delito se le puede imputar al propietario de Patuco: «Si el perro realmente tenía lesiones o patologías previas que requieren de atención veterinaria, se le ha negado y por eso lo desecharon. Si esto se confirma, podemos ir a por un delito de maltrato con pena de prisión», que también conlleva la inhabilitación para la tenencia de animales durante un tiempo determinado.
«Los animales están bastante mal protegidos en España y sus maltratadores difícilmente van a prisión»
Maite Bautista
Abogada y presidenta de la asociación canaria Prota
Si no se confirma, la letrada baraja el delito de maltrato grave sin lesión o de abandono con riesgo de perder la vida, que contemplan una multa económica, o trabajos en beneficio de la comunidad como alternativa, así como la inhabilitación temporal para tener animales. Bautista explica que la sanción suele ascender a 3 euros al día, «o sea, una ridiculez», que en el primer caso se debería abonar de uno a dos meses y, en el segundo, de uno a seis.
Ante esto, la portavoz nacional de Pacma lamenta que, «en muchas ocasiones, estos maltratadores reciben una condena social más fuerte que la administrativa o judicial», motivo por el que se debe seguir incidiendo, «desde pequeñitos», en el mensaje de que «los animales no son objeto de consumo» para evitar su «cosificación» y mantener una «relación sana» con ellos.
Por su parte, el veterinario de Santa Lucía de Tirajana no puede evitar sentirse «optimista» ante la respuesta ciudadana y cree en un futuro libre de abandono animal, como ocurre en algunos países del norte de Europa. Para ello, considera fundamental la esterilización y la identificación a través de microchip.
«En el Seprona actuamos siempre»
«La forma de maltrato animal más común en Gran Canaria es la falta de cuidados». Así lo manifiesta el capitán del Seprona en Las Palmas, Germán García, una cuestión que en términos jurídicos se denomina maltrato por omisión y que se contrapone al activo, que es cuando se agrede directamente al animal.
El capitán pone de manifiesto que muchas personas se «deshacen» de los animales con los que han adquirido un compromiso, o simplemente los dejan de cuidar (alimentar, asear o realizar seguimiento veterinario), cuando no pueden mantenerlos o se presentan enfermedades que no pueden o no desean costear. «Es ahí cuando el Seprona tiene que participar», agrega.
Una forma de maltrato que recuerda sin remedio al caso de Patuco: «Hay una diligencia, de la que no se puede contar mucho, pero hay que tener en cuenta que es un perro de 13, 14 años con una serie de patologías médicas y, quizás, tiene que ver con lo que he comentado».
Capitán del Seprona en Las Palmas
Germán García
«Existe una mayor sensibilización porque hoy todo el mundo tiene perros o gatos»
Veterinario municipal de Santa Lucía de Tirajana
Samuel Rodríguez
«Lo que más preocupa de Patuco es que no come, hay que alimentarlo con jeringa»
Abogada
Maite Bautista
«Las protectoras pagan de su bolsillo y veterinarios y abogados trabajan gratis»
Portavoz nacional de Pacma
Yolanda Morales
«Las condenas sociales por maltrato animal son más fuertes que las jurídicas»
García valora muy positivamente la participación ciudadana y resalta la cantidad de llamadas telefónicas, correos o información que llega a través de las redes sociales oficiales de la unidad, por medio de «gente muy sensible» con el maltrato animal. «Lo miramos todo y actuamos siempre», asegura, para lo que es necesario realizar un cribado para determinar la urgencia de cada situación.
Ante esto, pone el foco en la importancia de denunciar por medio de los cauces legales, «que cada vez son más», además que en las redes sociales, para que «los agentes del Seprona y de otros cuerpos puedan actuar».
Una cuestión en la que también incide Maite Bautista, quien anima a la ciudadanía a «seguir colaborando y denunciando ante el Seprona», pues hacerlo inicialmente en Facebook, Instagram o TikTok «estropea la investigación». «El maltratador puede llevarse por delante al animal o borrar las pruebas», manifiesta.
La abogada recomienda la aplicación móvil Alertcops, del Ministerio del Interior, que es gratuita y permite contactar de forma directa con la Guardia Civil, pulsando la tecla 'Maltrato animal'.
El capitán del Seprona no diría que en Canarias existe actualmente un repunte del maltrato animal, sino que cada vez se denuncian más estos casos, debido a esa mayor concienciación ciudadana.
La labor del Seprona en ocasiones se vuelve especialmente peligrosa. Sobre todo, cuando la misión implica animales exóticos y venenosos. El capitán recuerda una operación desarrollada en el año 2022 en la que incautaron «la mayor colección europea de animales venenosos en el Cruce de Arinaga, en Gran Canaria».
«Ahí teníamos serpientes, como puede ser la mamba negra, que pueden causar la muerte de una persona en cuestión de segundos», reseña, aunque afortunadamente contaban con personal especializado.