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El cemento regresa a Guanarteme

El cemento regresa a Guanarteme

El skyline del histórico barrio vuelve a estar tomado por las obras de grandes edificios, una circunstancia que alerta a los vecinos más veteranos, que temen que la zona quedé estrangulada ante una gran avalancha de nuevos vecinos.

Jueves, 16 de julio 2020, 19:09

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Guanarteme es uno de esos barrios que siempre ha marcado el pulso de Las Palmas de Gran Canaria. Un trozo de urbe en mutación constante, que se ha amoldado como a un guante a la modernidad y la gentrificación. Hoy, supuestamente enterrada la crisis del ladrillo, ve como en su entorno se abre una nueva herida con la proliferación de gigantescos edificios que asoman, incluso, cuando se les avista desde el mar de Las Canteras.

«Lo vivimos con preocupación», cuenta Pepi González, histórica portavoz vecinal y vecina del barrio desde los tiempos en los que en sus calles el olor de cada día provenía de las factorías allí ubicadas.

El perfil urbano de sus calles, en gran parte perpendiculares al mar, está perdiendo su idiosincracia de casas terreras y unifamiliares. Muchas de ellas construidas por las propias familias que las han habitado durante décadas. Ahora en su entorno crecen colmenas de edificios, que miran desde el cielo a los vecinos de toda la vida.

Grupos empresariales como Dinosol y Satocan proyectan el Gran Guanarteme, en el que prevén construir 400 casas. En la manzana que comprende las calles Fernando Guanarteme, Palafox, Guatemala y Churruca se está levantando el edificio de Viviendas Cooperativa, una torre de 13 plantas que albergará 114 viviendas y en las antiguas Cuarenta Casas la piqueta ya trabaja para poner en pie dos bloques de nueve plantas y 100 viviendas.

Son solo algunos ejemplos del retorno del negocio inmobiliario al barrio, por todo lo alto. Y esto es lo que en cierto modo inquieta a los vecinos. «Nos preocupa, pero no de forma gratuita», insiste González. «El barrio no tiene las dotaciones necesarias para atender a esos vecinos nuevos que van a llegar a la zona. No tenemos parques para que los niños jueguen, la plaza del Pilar ya está llena de gente cada tarde, no tenemos las redes de saneamiento adecuadas para dar cabida a todo ese nuevo movimiento», insiste la portavoz vecinal.

Licencias.

Esa denuncia encuentra una respuesta concisa en el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por parte de Javier Doreste, responsable del área. «No podemos negar las licencias de construcción que se nos solicitan», expone.

Doreste encara la situación poniendo sobre la mesa un plan de acción. «El Ayuntamiento está respondiendo a todas estas construcciones dotando de servicios al barrio. Por eso, por ejemplo, se están peatonalizando calles como California en el barrio», señala.

«Están expulsando al vecino de toda la vida», comenta González. «La construcción de todas estas viviendas, unidas al alquiler vacacional, están haciendo imposible que los que llevan toda la vida en Guanarteme puedan continuar haciéndolo. Porque los precios se están disparatando», incide.

Y, a su vez, González ve un problema importante que puede contribuir, a su juicio, a colapsar todavía más el barrio. «Tenemos un asunto muy importante que resolver y ese es el del aparcamiento. Hoy ya es casi imposible aparcar. Casi todas las familias tienen más de un coche. Así que vamos a ver dónde los aparcan cuando vengan a vivir aquí y donde aparca la gente que lleva toda la vida en el barrio», dice.

Para eso también tiene respuesta Doreste. «Esta ciudad, no solo Guanarteme, tiene un problema grandísimo con el tráfico. Por eso lo que queremos es apostar por el transporte público y la gente tiene que tener la conciencia de utilizarlo. Se tiene que acabar que todo el mundo quiera coger el coche para todo y, además, luego pretenda aparcarlo en la misma puerta de su casa», manifestó el edil.

Permisos previos.

Javier Doreste incide que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no puede dejar de otorgar licencias de construcción, pero sí que pide incidir en el detalle de que la «mayoría de los proyectos que ahora mismo se están ejecutando en la zona son heredados y fueron concedidos en el mandato anterior».

Guanarteme mira expectante a su futuro, mirando con nostalgia al pasado humilde y obrero que se asomaba a la playa.

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