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35 migrantes, dos noches en el limbo y una solución provisional

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cede hasta el lunes el gimnasio 29 de abril después de que Cáritas se plantara ante la Delegación del Gobierno por no activar el protocolo de emergencia humanitaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Dos enclaves de Las Palmas de Gran Canaria, el parque de Santa Catalina y Cáritas, fueron los escenarios en los que comenzó la tragicomedia de 35 migrantes que hambrientos y en la calle vivieron dos noches en el limbo hasta que en la tarde de este jueves, ante la incapacidad de articular una solución la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cedió el gimnasio 29 de abril de Schamann con atención de Cruz Roja.

Estos 35 migrantes, entre los que se encuentran siete mujeres llegaron a Gran Canaria el pasado domingo. El protocolo habitual es que pasen a disposición judicial, se active su devolución y pasen a un régimen de internamiento en un CIE. Al estar cerrado el de Las Palmas de Gran Canaria, al pasar 72 horas en las dependencias policiales quedan en la calle. Y así sucedió.

La noche del martes la pasaron al raso. 26 en Escaleritas, detrás de las instalaciones de Cáritas. A otros nueve se los encontró una trabajadora de CEAR en el parque de Santa Catalina. Tras llevarlos a Gánigo a que les dieran algo de comer los subió en guagua a Cáritas, donde se activó un protocolo logístico para atenderlos a pesar que no era situación de su competencia.

«Esto tiene que ver con una visión de las cosas que se limita a ser reactiva. Nada proactiva a pesar de que en septiembre y octubre se estaba dando un pico que nos hacía prever que esto podía pasar. No puede ser que las instituciones no estén preparadas y activadas para esto», señala desde CEAR Juan Carlos Lorenzo, su coordinador.

Ayer fue un día complicado. Caya Suárez, secretaria general de Cáritas en Canarias, relata los acontecimientos. «Primero iban a dormir en el parque, con voluntarios de Cáritas, haciendo turnos para atenderlos. Pero ante el compromiso de la Delegación del Gobierno de que hoy –por este jueves– habría una solución aceptamos alojarlos en la parroquia de Santa Isabel de Hungría y darles de comer y duchas, por turnos con las personas que habitualmente atendemos, en nuestras instalaciones», explicó.

Estancado.

El asunto es que el día caminaba y las conversaciones con la Delegación no llegaban a buen punto. Los nervios empezaron a comandar la situación y Suárez dejó clara la imposibilidad de Cáritas de atender a estas personas durante el largo fin de semana de tres días que se avecinaba.

Los migrantes iban camino de volver a dormir en la calle, lo que obligó al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a intervenir. El gobierno local primero se hizo a un lado señalando que no tenía competencias y que correspondía a la Delegación del Gobierno solucionar el asunto. Pero tras los obstáculos que se estaba encontrando la resolución del problema, acabó por dar la solución provisional de Schamann hasta el lunes.

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