Canarias pide más medios del Frontex en las islas ante el repunte migratorio a partir de septiembre
El archipiélago reclama a la Comisión Europea una mayor presencia de las regiones en la toma de decisiones sobre las operaciones de la agencia
Ante la previsión de un repunte en las llegadas a partir de septiembre y la continua presión migratoria sobre las islas, el Gobierno de Canarias ha elevado a la Comisión Europea la petición de un refuerzo material y humano «significativo» del despliegue de la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) en las islas aprovechando la consulta abierta de la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior para actualizar su normativa.
No es la primera vez que el archipiélago solicita a la Unión Europea que el Frontex incremente su presencia en las islas. De hecho, en enero de este año, el presidente canario se desplazó hasta Bruselas para reunirse con el comisario de Asuntos de Interior y Migración, Magnus Brunner, para trasladarle esta petición y la situación que viven los menores migrantes no acompañados en las islas.
Cabe recordar que un despliegue adicional del Frontex depende de que el Gobierno de España lo solicite. A este respecto, el ministro del Interior, Fernando Grande–Marlaska, recordó tras la reunión de Brunner y Clavijo en enero que la agencia «ya actúa de muchas formas» en las islas, y desmintió que el Ejecutivo estatal no hubiera solicitado dicho apoyo, como así lo señalaba el Partido Popular. Además, desde el Ejecutivo estatal se ha puesto el foco en aumentar las operaciones en los principales países de la migración, como Mauritania, Senegal o Gambia, para prevenir las salidas.
Según remarcan desde la administración autonómica, el trabajo de la agencia en las islas en estos momentos se limita a trabajar en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros como apoyo a la Policía Nacional en la identificación y entrevistas de los migrantes que llegan a las islas.
Aprovechando la consulta abierta, el Ejecutivo canario ha solicitado más «medios aéreos, embarcaciones, radares y otros sistemas que mejoren la vigilancia marítima y fronteriza» con el fin de salvar vidas. Así, desde el Gobierno canario se solicita que, en el nuevo reglamento, se contemplen «protocolos específicos de coordinación» con servicios como Salvamento Marítimo y se reclama que las regiones tengan más peso en las decisiones sobre el despliegue de la agencia.
Y es que la ruta canaria se considera la más mortífera del mundo. Según los datos recogidos por la ONG Caminando Fronteras, en los cinco primeros meses de este año han fallecido 1.482 personas tratando de llegar a las islas a bordo de pateras o cayucos. La ruta con salida desde Mauritania es la que más víctimas se ha cobrado, 1.318, mientras que la de Senegal y Gambia se saldó con 110 víctimas y la de la zona de costa entre Agadir y Dajla con 54.
A pesar de que las llegadas de personas migrantes a las islas han seguido disminuyendo –descenso del 46,7% en lo que llevamos de año–, Canarias sigue siendo la principal puerta de entrada de la migración irregular a España y, en consecuencia, a la Unión Europea. Y el año pasado se alcanzaron cifras de récord, con casi 47.000 personas que arribaron a las costas del archipiélago.
Sin previsiones concretar al tratarse de un fenómeno cambiante, la propia agencia europea señala en su análisis anual de riesgos que la presión migratoria sobre las islas se mantendrá elevada este 2025, todo ello, debido a una serie de factores como «la presión medioambiental, los agravios socioeconómicos, los conflictos, el rápido crecimiento demográfico y la debilidad de la gobernanza», apunta el documento. También entran en juego los cambios geopolíticos en el Sahel, que «seguirán impulsando» un aumento de los flujos migratorios.
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