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Rhaenyra y Daemon en 'La Casa del Dragón'. RC
Precuela de 'Juego de Tronos' en HBO | Crítica del episodio 4 de 'La Casa del Dragón': Daemon y Rhaenyra casi se queman

Crítica del episodio 4 de 'La Casa del Dragón': Daemon y Rhaenyra casi se queman

La princesa y su tío van un paso más allá en su relación. Nada se puede descartar en el mundo de Poniente

Mikel Labastida

Valencia

Lunes, 12 de septiembre 2022, 05:21

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Posiblemente la relación entre Rhaenyra Targaryen y Alicent Hightower tendría un final diferente de haber nacido en otro tiempo y en otro mundo, pero en el universo de Poniente las dos jóvenes están lastradas por su género y por los planes de futuro que sus padres tienen para ellas. Ante esto cada una opta por una postura, mientras que Alicent acepta su destino y se aproxima hasta el rey Viserys para convertirse en su esposa y madre de sus hijos aunque eso no le haga feliz, Rhaenyra se rebela y se niega a casarse con los pretendientes que le han adjudicado (sale de gira para conocerlos). Las dos intentan sortear las dificultades para mantener su amistad (o lo que sea), pero sus futuros están condenados a enfrentarse.

El episodio 4 de 'La Casa de Dragón' se presenta como antesala de un conflicto entre ellas que cada vez es más cercano y en cuyo epicentro se halla el Trono de Hierro. Todavía ninguna de ellas es consciente de que acabarán encaradas por él, pero sus roles y las decisiones que van tomando les abocan a ello. En este capítulo la batalla vuelve a librarse por los pasillos de la Fortaleza Roja, a la espera de que el rey cambie de opinión sobre su heredero y de que la princesa se decida a contraer matrimonio. Pero nada de esto parece próximo.

Rhaenyra desafía los planes de su padre y rechaza la lista de posibles maridos que manda ante ella para que elija uno. Ninguno le convence. En su lugar se deja atraer por su tío Daemon, que pretende aproximarse a ella para abrirle los ojos y de paso sacar provecho. Por un lado le saca de su castillo y le hace pisar las calles de Desembarco del Rey para que compruebe cómo el pueblo duda de que llegue a ser reina algún día. Por otro inicia un juego de seducción que les lleva hasta un lupanar donde ella parece estar dispuesta a llegar a más con su tío.

Daemon en 'La Casa del Dragón'.
Daemon en 'La Casa del Dragón'. RC

No es extraño este tipo de aproximaciones entre los Targaryen. Los matrimonios entre hermanos, o tíos y sobrinos o primos, han sido habituales en esta casa para mantener pura la sangre del dragón desde la antigua Valyria. Daemon, sin embargo, en el último momento se echa atrás y no llega a consumar ningún acto con ella. A Rhaenyra el calentón le sirve para conocer el deseo, para descubrir sus armas de seducción y para aprovechar su posición para llevar hasta su cama a Ser Criston Cole.

Con lo que ella no cuenta es con los espías que la Mano del Rey, Otto Hightower, tiene por el reino, en los lugares más recónditos, para que nada de lo que suceda en sus rincones se le escape. Y uno de esos informadores le cuenta lo sucedido entre tío y sobrina. Manejar esa información no es fácil, pero él la utiliza para perseguir su fin: convencer al rey para que desista de su idea de convertir en reina a su hija y se decida por su hijo varón, que además es su nieto. Pero esta vez el tiro le sale por la culata, porque Viserys va a ser consciente de la ambición de su mano derecha, de sus dotes de manipulación, del modo en que ha planificado todo para alcanzar el Trono. Y por ello se deshace de él.

Falta ver cómo se va a tomar Alicent, esposa de uno e hija de otro, esta decisión, propiciada además por los devaneos de su amiga.

Alicent Hightower en 'La Casa del Dragón'.
Alicent Hightower en 'La Casa del Dragón'. RC

Rhaenyra tampoco se va a ir de rositas. El descenso a los infiernos de la mano de su tío le ha permitido comprobar de primera mano lo peligroso y ruin que es el mundo adulto, del que ella aunque no quiera ya forma parte. Ha de dejar de comportarse como una niña. Su padre sigue protegiéndola y ya tiene claro con quién la desposará, con el hijo de Lord Corlys Velaryon, para unir a las dos familias más poderosas de Poniente. Y de este pretendiente no parece que vaya a poder huir. Viserys no quiere dejar ningún cabo suelto y ante una posible desafortunada consecuencia del acercamiento entre su hermano y su hija manda a uno de sus consejeros con una pócima que le libre de un vástago que nadie quiere.

Todo tiene consecuencias. A Rhaenyra le cuesta aprender esta lección, pero por su bien no le va a quedar más remedio que entenderla enseguida para medir sus acciones. Daemon ya la aprendió. Y Otto Hightower también. Prueba de ello es que ambos, por razones y vías diferentes, han acabado apartados por el monarca. Pero eso no quiere decir que ninguno de ellos vaya a parar hasta conseguir sus objetivos. Y ahora a ambos se les ha caído la careta y hemos comprobado de lo que son capaces para acercarse al Trono de Hierro. Porque sí, en esta serie todo, todo lo que sucede tiene un único fin: ocupar ese lugar de poder del que, sin embargo, sus dueños nunca terminan de disfrutar.

'La Casa del Dragón' se aproxima hacia el ecuador y ya se atisban los dos bandos que van a pelear por heredar el reino. Al resto solo les queda en qué lado se posicionan.

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