Los días en verano son más largos. Y en los despachos de la UD Las Palmas no iba a ser menos. Luego de dos días de pretemporada y los tres primeros entrenamientos, el club isleño cuenta con 37 jugadores corriendo y sudando en la Ciudad Deportiva de Barranco Seco. Con los descartes a cuesta y a la espera de firmar nuevos fichajes, García Pimienta observa con lupa a todos sus pupilos.
Tan solo ha ejecutado dos altas la entidad grancanria en lo que va de mercado estival (Marc Cardona y Sidnei), pero no serán las únicas. La dirección deportiva, bajo supervisión directa del presidente Miguel Ángel Ramírez, que está llevando personalmente algunos movimientos (venta de Moleiro y posible incorporación de un ilustre en el fútbol español como Cesc Fábregas), mantiene la cautela, a sabiendas de que aún queda tiempo para que la ventana veraniega eche el cierre (1 de septiembre).
Queda un mes exacto para que Las Palmas arranque su nueva andadura en Segunda División (13 de agosto, ante el Zaragoza en el Gran Canaria, a las 22.00 horas) y al mercado le quedan aún 50 noches para concluir. Pimienta tiene claro a qué jugadores quiere y cuáles deben buscarse la vida en otro lado.
En materia de fichajes, y pendientes de oficializar la llegada de Vitolo, la UD negocia el bombazo de Cesc Fábregas, desea a Aridane Hernández para que sea el jefe de la zaga y tiene en el radar a Yeremay Hernández, ofrecido por el Deportivo de La Coruña días atrás.
Cesc, tras su etapa en el Mónaco y a los 35 años, podría ser la guinda del pastel de un proyecto glorioso para la vuelta a Primera División. Al mismo tiempo, y salvo giro inesperado, Vitolo volverá a combinar con Viera mientras galopa por la banda del Gran Canaria.
Atrás, y pese a que hay excedente de centrales, Las Palmas sueña con incorporar a Aridane Hernández, al que ya ha tentado, de Osasuna. Yeremay, joven promesa del Dépor, también interesa y se estudian, de momento, los informes que tienen en el club de él.
Tampoco se descartan otros nombres que han salido a la palestra fechas atrás, con especial atención a Ontiveros, viejo anhelo de Helguera, Héctor Hernández, Araujo e incluso Sandro. Habrá movimientos en todas las zonas del campo y siempre que mejore lo que ya había en plantilla.
Por contra, los descartes siguen buscando acomodo mientras cogen la forma en Barranco Seco. Óscar Pinchi, Unai Veiga, Clemente, Ale Díez y Erick Ferigra saben que en la UD no tienen hueco. El que más cerca está de cambiar de aires es el ecuatoriano Ferigra, por el que ha preguntado el Mirandés para llegar como cedido. Además, sobra un portero y no es Valles. Entre Domínguez y Raúl está la cosa.
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