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Memphis, en una acción ante Vertonghen. Nacho Doce (Reuters)
El Barça se mete en un lío
Grupo E | Jornada 5

El Barça se mete en un lío

Los culés no pudieron pasar del empate ante el Benfica y se la jugarán en la última jornada ante el Bayern en Alemania

DANIEL PANERO

MADRID

Lunes, 22 de noviembre 2021

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Xavi Hernández tiene este martes su primera gran final como técnico del Barcelona. El de Tarrasa regresó para cambiar la dinámica del equipo y el duelo ante el Benfica es de los que pueden suponer un punto de inflexión en la temporada. Un triunfo certifica el pase de los azulgranas a los octavos de final de la Liga de Campeones, mientras que una derrota o incluso un empate pondría a los culés en una situación muy comprometida de cara a la última jornada. Puerta grande o enfermería.

Hay partidos que marcan la vida deportiva de un entrenador, encuentros que suponen encumbrar a un técnico o hundirle en lo más bajo. Uno de esos es el del Barça este martes. Tras las derrotas ante Bayern de Múnich (0-3) y Benfica (3-0), los culés vencieron sus compromisos frente al Dinamo de Kiev y han llegado a la quinta jornada dependiendo de sí mismos. Ganar al conjunto luso supone estar en octavos y una importante inyección económica para el club y de moral para unos jugadores que se vieron fuera de la máxima competición continental a las primeras de cambio.

El Barça se mide a un equipo que ya en el partido de ida supuso un auténtico calvario para el conjunto que por entonces dirigía Ronald Koeman. Pese a ello, Xavi se mostró optimista en la rueda de prensa previa al choque. «Visualizo una victoria mañana. ¿Para qué voy a pensar lo contrario? Soy positivo y me parece una oportunidad para estar en octavos. El objetivo es ganar, pero entendemos que es fruto del juego. Todo lo que sea ganar, será bienvenido, pero el cómo se hacen las cosas, también», afirmó.

Para lograr ese objetivo, Xavi tendrá que hacer frente una vez más a la plaga de bajas que ha asolado al equipo a lo largo de toda la temporada. En la zona de ataque no podrá contar con Martin Braithwaite, Sergio Agüero y Ansu Fati. Tampoco podrán ser de la partida Pedri y Sergi Roberto por lesión, así como Ilias Akhomach, que arrastra una sanción de la UEFA Youth League, y Ez Abde, que no está inscrito en la competición. Todas estas ausencias volverán a condicionar a Xavi, que únicamente cuenta como referencias ofensivas con Memphis Depay, Luuk de Jong, Yusuf Demir y Dembélé.

Un hueso

El partido no será nada sencillo para el Barça. El Benfica arrasó a los culés en la ida y esta temporada ya ha demostrado en la liga portuguesa que tiene argumentos para que este sea su año, el de la reconquista. El equipo de Jorge Jesús ha ganado nueve de los once encuentros que ha disputado en la competición doméstica y mantiene una lucha encarnizada con el Oporto y el Sporting por alcanzar la primera plaza.

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El pasado fin de semana se impuso de forma contundente por 4-1 al Paços de Ferreira en la Copa de Portugal y llega con la moral por las nubes. «Si empatamos, tendríamos que esperar al Bayern-Barça. Creo que un empate sería más negativo para el Barça. Pero nosotros vamos a jugar para ganar», declaró su técnico.

Para la cita, Jorge Jesús volverá a apostar por el sistema 3-4-3 con dos carrileros que tan buen resultado le dio en el partido de ida, pero lo hará con un once en el que no podrá contar con Lucas Veríssimo, que sufrió una rotura de ligamentos hace dos semanas, Rodrigo Pinho, Diogo Gonçalves y Radonjic. El que sí estará en el Camp Nou es Haris Seferovic, ya recuperado de los problemas musculares que le han acompañado desde que comenzara la temporada, pero que tendrá que esperar su oportunidad desde el banquillo.

El Barça tiene un problema serio. El conjunto que dirige Xavi Hernández se tendrá que jugar la clasificación para los octavos de final en el peor sitio posible, en el Allianz Arena contra el Bayern de Múnich. Los culés no pudieron pasar del empate sin goles ante el Benfica en un partido en el que fueron superiores a lo largo de todo el choque pero en el que una vez más la falta de pegada terminó por frustrar a la parroquia blaugrana.

La guinda. Eso es lo que le faltó poner al Barça a un partido en el que ya se pudieron ver las primeras pinceladas del nuevo proyecto. El equipo blaugrana entró al terreno de juego sabedor de que tres puntos ante el Benfica certificaban el pase a octavos de final y que el camino más recto era lanzarse desde el minuto uno a por el primer gol del partido. Xavi ensayó un 3-4-3 en el que Jordi Alba pasó a ser uno más en la medular y el sistema funcionó. Los culés dominaron en los primeros 45 minutos y pudieron adelantarse en el marcador si Jordi Alba o Demir, que incluso estrelló un balón en la madera, hubieran sido capaces de batir a Vlachodimos.

El Barça fue superior a lo largo y ancho del césped del Camp Nou pero dos despistes, de esos que hacían torcer el gesto a Ronald Koeman, pudieron acabar en tragedia. Yaremchuk metió el miedo en el cuerpo al Camp Nou con un cabezazo que salvó Ter Stegen y Nicolás Otamendi marcó el que probablemente es el mejor gol de su carrera pero fue anulado por el colegiado Sergei Karasev. El intercambio de golpes fue estéril, pero los de Xavi se habían demostrado a sí mismos que eran capaces de mandar ante un rival que le había sacado los colores hace menos de dos meses.

Barcelona

Ter Stegen, Araujo (Eric García, min. 86), Piqué, Lenglet (Dest, min. 86), Jordi Alba, Busquets, Frenkie de Jong, Nico, Gavi, Memphis y Demir (Dembélé, min. 66).

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Benfica

Vlachodimos, Almeida, Otamendi, Vertonghen, Gilberto, Weigl, Joao Mário (Taarabt, min.59), Grimaldo (Seferovic, min. 81), Rafa Silva (Lázaro, min. 70), Yaremchuk (Darwin Núñez, min. 59) y Everton (Pizzi, min. 70).

  • Árbitro: Sergei Karasev (Rusia). Amonestó a Grimaldo, Joao Mário, Piqué, Vlachodimos y Taarabt.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada del grupo E la Liga de Campeones, disputado en el Camp Nou ante 74.418 espectadores.

Tras la reanudación, el Barça acusó el esfuerzo físico realizado en la primera mitad. Nico y Frenkie de Jong ya no llegaban tan rápido a los balones divididos y Demir no era tan incisivo por el costado diestro. Xavi se vio obligado a mover ficha con la entrada de Ousmane Dembélé, un jugador diferente a todos los que estaban sobre el terreno de juego. La irrupción del galo fue un soplo de aire fresco y en los tres primeros balones que cogió rompió con la monotonía culé y levantó a todo el Camp Nou.

Fue el inicio de un calvario para la defensa del Benfica. El Barça volcó el juego sobre la banda de Dembélé y la tensión fue 'in crescendo' a medida que el final del encuentro iba llegando y los deberes seguían sin hacerse. Ronald Araujo hizo explotar al Camp Nou pero Karasev anuló el tanto por fuera de juego, mientras que el propio Dembélé y Gerard Piqué no encontraron la portería defendida por Vlachodimos. El Barça perdonó y el castigo pudo ser aún mayor si Seferovic no hubiera perdonado un gol cantado en el minuto 92. Los de Xavi dependen de sí mismos para pasar de ronda pero deberán ganar al Bayern en Alemania. Si no lo hacen, tendrán que esperar al resultado del Benfica ante el Dinamo de Kiev.

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