–El Granca no pudo con el Real Madrid y el UCAM Murcia cedió frente al Casademont Zaragoza. ¿Cómo vivió ese desenlace en la prórroga entre el Surne Bilbao Basket y el Coosur Real Betis para que el combinado claretiano lograra entrar en el Playoff?
–Es cierto que la primera sensación es de tristeza porque, lógicamente, estaba en tu mano y pierdes la oportunidad de acceder al Playoff. Luego, tenías que depender de otros resultados, hubo un problema generalizado de que se iba colgando la página de la ACB e íbamos recabando información como podíamos. Parecía que el tema estaba encaminado en Murcia, pero en Bilbao era todo lo contrario. Fue un momento un poco extraño porque todo coincidió con el homenaje a nuestro Doc -Pedro Montesdeoca-, por lo que era una mezcla de sentimientos con el homenaje y la finalización en Bilbao. Sinceramente, por cómo transcurría daba por hecho que no nos clasificábamos, pero en muy poco tiempo se dio la vuelta y fue un poco sorprendente. Justo en ese momento te alegras y ves que te has metido de forma increíble. Ahora, con perspectiva con el tiempo, realmente es producto de haber hecho 17 victorias, que en ese momento fue sorprendente la victoria del Betis en Bilbao.
–Cumple su segundo ejercicio como director deportivo en la entidad. Ambos fuera de la Copa del Rey y dentro del Playoff por el título. ¿Qué valoración hace?
–Leí unos datos en este periódico que llevamos 18 veces dentro del Playoff. Intentamos hacer que el club cada vez tenga más historia. Cuando llegué hice el símil del equipo ciclista, que no vale personalismos de cómo me siento. Este club ha tenido muchísimos presidentes que han tirado del carro, muchísimos directores deportivos y jugadores de primer nivel, nuestra afición... Es un club que se está haciendo grande en el baloncesto español por muchísima gente. En el símil ciclista, los que estamos ahora pedaleando y tirando para continuar la historia del club, creo que estamos contribuyendo a engrandecer un poco la historia del Granca. El resumen es que estas dos temporadas son buenas, pero lo que pasa es que hay que tener la humildad para ver lo que se ha logrado, pero también la autoexigencia y la ambición de que hay muchas cosas por hacer.
–¿Y de no estar en la Copa?
–Creo que todos tenemos una pequeña piedra en el camino que es la Copa del Rey. Creo que el Gran Canaria tiene que estar y, evidentemente, seguir jugando para lo que es la gente. Este año ha habido momentos de la temporada en los que ha habido una conexión brutal con la gente y hay que seguir creciendo en eso. Tenemos la afición más cariñosa que hay en España. Si somos humildes y le damos valor a lo que hacemos, que creo que es mucho estas dos últimas temporadas, el equipo competitivamente está al máximo nivel y con la ambición de no pararnos. Lo importante es que hay cosas por hacer, como lo de la Copa del Rey, e incluso de mejorar en todos los aspectos. Por este lado, no es excelente, pero creo que son dos buenas temporadas.
–De hecho, el Granca no juega la Copa del Rey desde 2018 y por su condición de anfitrión. ¿A qué cree que es debido?
–No lo sé, me gustaría saberlo. Lo que sí es cierto es que la Copa del Rey es un objetivo parcial, tienes que estar bien en una parte de la temporada. De hecho, hay equipos este año que la han jugado como el Breogán y el Murcia y que, finalmente, no están en el Playoff. Al final, en 34 jornadas el espectro de la regularidad pesa mucho más, y ahí tienes que estar bien la primera vuelta. Entiendo que este ha sido uno de los puntos porque otros años que no se ha conseguido sí que se ha entrado en el Playoff como ahora. Entonces, es un objetivo parcial, pero claro que al ser una fiesta del baloncesto, un equipo como el Granca debe intentar estar por trayectoria y por todo. Habrá que seguir persistiendo para dar este premio a la afición.
–El rival en cuartos en la lucha por el título es el Barça. ¿Se trata de una misión imposible?
–No, imposible no es porque ya hemos visto que en baloncesto no hay nada imposible. Evidentemente, sabemos la dificultad, pero creo que aquí el éxito está en que hagamos nuestro cien por cien. Para darlo, lo primero que tenemos que hacer es no ir con el estómago lleno a esta eliminatoria. Tenemos que sentir la necesidad de que nos quedan cosas por hacer, y es a lo que estamos obligados. Si tú das el 100%, puede darse la posibilidad de que el otro equipo no lo dé, y ahí puede surgir la sorpresa. Nunca te puedes quedar con el qué hubiera pasado si yo hubiese estado mejor. Entonces, esa es nuestra victoria contra el Barça porque, evidentemente, un equipo como nosotros al 100% el Barça tendrá que ganárselo. Hay que ir con esa mentalidad por respeto a nosotros mismos. Lógicamente, también es un premio para nuestra afición recibir a un Barça, que ya veremos cómo queda en Europa, que puede ser campeón o no, pero que no deja de ser un equipazo. Es un premio y tenemos que demostrarles que vamos a ir al 100% a por ellos. A partir de ahí, el deporte siempre te brinda una oportunidad.
–El primer partido tendrá lugar el 27 de este mes en el Palau Blaugrana. Será 13 días después del último encuentro liguero por la Final Four de la Euroliga. ¿Cree que favorece a su equipo o es un hándicap añadido?
–Eso es mortal a nivel competitivo. No hay otra manera de hacerlo y va a afectar a todos los equipos no solo al Gran Canaria. Lógicamente, el Real Madrid y el Barça parten con ventaja en este sentido de competición porque estar 13 días sin competir lo vas a notar de una u otra manera. No es el mejor escenario. Es un pequeño hándicap, pero ya digo que para todos los que no jugamos la Final Four. Sabiéndolo, hay que intentar hacerlo de la mejor manera posible, pero no es una buena situación para nadie.
–La Virtus Bolonia italiana que entrena Sergio Scariolo se llevó la presente edición de la EuroCup tras imponerse al Bursaspor turco. ¿Qué balance hace de la participación claretiana tras caer contra el MoraBanc Andorra en los cuartos de final?
–Tenemos que defender nuestro club de algunas cosas que a veces me parecen injustas. Muchos de algunos clubs nos ven como una molestia, vienen aquí hablando de que venir a Canarias es como dar la vuelta al mundo. Que es todo muy cansado, que tienen que venir tres días antes, que no hay conexiones... Creo que como ciudad, como club y como identidad canaria es una forma de reivindicación brutal. No solo la jugamos sino que competimos en la mejor liga de Europa con diferencia, que penaliza a todo el mundo jugar doble competición. Somos capaces de estar en el Playoff y ser líderes de una competición brutal, que este año nuestro grupo con clubs de la historia del Cedevita, del Valencia, del Buducnost, de la Virtus... Un grupo brutal en el que el séptimo ha llegado a la final como hizo el Bursasport. Ser primero ahí va a ser muy difícil de repetir, me parece un logro difícil de volver a alcanzar. Es más fácil repetir caer en unos cuartos o a un partido podríamos volver a pifiar tantas veces como podamos estar en esa situación, pero lo que es más complicado es volver a ser líderes y demostrar que somos capaces de hacer las dos competiciones, de competir a este nivel, de ganarle a los mejores equipos de Europa y de dejar el pabellón de tu isla tan arriba. Ese reconocimiento que, además, te hacen los demás equipos, la propia competición y la prensa cuando vas por ahí, este es el valor más importante que veo de lo que hemos hecho estos dos años en Europa, de estar a un altísimo nivel.
–¿Con qué sensación se quedó?
–Pero es verdad que la sensación de frustración no nos la quita nadie, es una desilusión tremenda. Evidentemente, porque generamos una ilusión y una oportunidad que era muy importante, que la habíamos puesto en bandeja en casa, con nuestra gente y que todos visualizábamos que podíamos hacer algo histórico. El palo ha sido gordo, pero un palo porque, como digo siempre, nos echa el baloncesto y no una mala química ni un mal momento deportivo que es así. Hicimos un partido tremendo durante 38 minutos y en dos minutos lo hicimos muy mal. El Andorra tuvo su oportunidad y hay que darle su valor porque estuvo excelente. La desilusión sigue ahí y tenemos que aprender, pero todo lo anterior hay que ponerlo en valor proque hemos puesto el nombre de Gran Canaria al máximo nivel estos dos años.
–¿Competirá en la EuroCup la próxima temporada?
–Sí, sin duda. Creo que hay dos modelos. Está el de la Champions, que es muy respetable. Creo que todos los equipos que la juegan lo hacen con un criterio lógico, es una competición que económicamente te reporta en caso de que lo hagas bien, que no es fácil tampoco, muchos beneficios aparte del reconocimiento. Y luego está la EuroCup, que, quizás y es mi opinión, puede ser mucho más prestigiosa, probablemente la segunda competición europea, están los mejores clubs y te da la opción de jugar una Euroliga. Económicamente no es la más rentable ni mucho menos, pero sí que a nivel de prestigio es importante. El Gran Canaria ha cogido este camino. Creo que es debatible y cualquier opinión cabe, pero hemos cogido el camino de la EuroCup porque pensamos que se adapta más a lo que es nuestra identidad como club, como es coger prestigio para nuestra isla, para nuestro club y ese nombre y reconocimiento. Pero que se ponga sobre la mesa que la Champions pueda ser mejor no me parece ningún despropósito porque es una competición también importante y que, además de darte cierto prestigio, económicamente es rentable. Cualquier opción sería muy válida, pero, de momento, la nuestra es muy clara y contundente con la EuroCup.
–¿Se ha planteado el club el pase a la FIBA Champions?
–No, de momento no. Se puso sobre la mesa con estos argumentos que te he dado, pero se decidió ya que nuestro camino... De hecho, hemos jugado la Euroliga ya y quizás fue una oportunidad perdida porque hay que poner en valor lo que se consiguió también. El hecho de jugar una Euroliga en una isla que está geográficamente en África y que competía con los mejores clubs de Europa. Y era una forma de reivindicación total de nuestra ciudad y de nuestro club. No aprovechamos la oportunidad. Si alguna vez la historia nos otorga esa oportunidad, creo que sería enorme para seguir aumentando el prestigio del club y para coger esa oportunidad para presentarnos ante el baloncesto europeo y mundial de otra manera.
–Porfi Fisac reconoció en la previa ante el Betis que tenía la sensación de que su ciclo en la isla estaba acabando. ¿Por qué no ha conseguido su objetivo de renovarlo y ligarlo a su proyecto?
–Bueno, ahora mismo no hemos terminado la temporada. No tengo ningún inconveniente en contestar a cualquier cuestión como he hecho siempre, a la del entrenador también por supuesto o cualquier jugador, pero por la coherencia de intentar dar nuestro cien por cien contra el Barça me gustaría que me disculparas, pero no es el momento de hablar ahora del entrenador ni de ningún jugador. Lo que sí es verdad es que a nivel de declaraciones, Porfi siempre es dueño de sus declaraciones y el que tiene que aclarar lo que dice. En ningún caso, yo puedo hablar por lo que él comenta. Un día despues de acabar la Liga porque no hemos acabado será el momento de hablar de todo y sin ningún problema.
–Prefiere no hablar de futuro aún al permanecer en competición. Usted tiene una campaña más por contrato. ¿La cumplirá?
–Claro. A veces no sé si me lo preguntan porque creen que no debo estar o por todo lo contario. Son preguntas que me sorprenden porque nunca me las habían hecho directamente. Por supuesto, la ilusión de siempe ha sido no solo jugar en este club, que tuve la fortuna de hacerlo en dos etapas diferentes, sino poder representarlo ahora como director deportivo. El club tiene las posibilidades que tiene y creo que se pueden hacer muchas cosas. A nivel personal siempre me he considerado muy canario a pesar de estar toda la vida fuera y siempre he intentado, aunque no sé si lo he conseguido, ser un pequeño embajador de lo que es mi tierra porque estoy enamorado de ella. Es la etapa de mayor felicidad que he tenido y ya tengo unos años porque ya no me acordaba de lo que era vivir aquí. Estar con mi gente y con mi familia es un regalo que me ha llegado ahora y estoy tremendamente agradecido. Entonces, nunca sabes dónde te va a llevar el tema profesional, pero ojalá podamos seguir cosechando éxitos y poder disfrutar de mi gente, de nuestra afición, de nuestro club y no estar por decreto sino por meritocracia. Ahora mismo el objetivo número uno es hacer lo más grande posible al Gran Canaria y no me planteo otra situación.
–Por último, el filial que dirige Gabi Alonso obtuvo la permanencia en la LEB Plata. ¿Se mantendrá en esa categoría?
–Es un tema que ahora mismo está encima de la mesa. Tenemos hasta mitad de junio para decidirlo. Hay dos partes, una es la parte deportiva en la que quizás nos hemos quedado sin proyectos de primer equipo claros. Los tenemos, pero jugadores como Mutaf o Rubén -De la Torre-, por ejemplo, son jugadores a los que la LEB Plata les queda un poco pequeña, como en su día pasó con Balcerowski y Diop. Y luego hay un pequeño vacío de jugadores para mantener esta categoría, eso implicaría para ser medianamente competitivos una inversión económica que no parece lógica. Sí que estamos buscando alguna fórmula para que esa inversión económica no sea tal, estamos intentando alguna fórmula y, si no surte efecto, la posibilidad de jugar en EBA está sobre la mesa. Volver a reiniciar un ciclo con los júnior, que sí que tenemos unos cuantos proyectos que en un futuro pueden ser importantes para el primer equipo. Que empiecen ese ciclo EBA-júnior que se ajusta más al nivel que tenemos actualmente. En las próximas dos o tres semanas tenemos que dar salida y, sin descartar una cosa o la otra, estamos en ello.
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