Residentes de Las Rehoyas dicen no a la reposición en la calle

Residentes de estos edificios, organizados en torno a la asociación Rehoyas Avanza, llevan años defendiendo la posibilidad de que sus casas sigan en pie y no se les someta al proyecto de cambio de viviendas que ha iniciado el Consistorio capitalino en el barrio. Para ellos, sería más interesante que el Ayuntamiento les ayudara a instalar ascensores o a rehabilitar los edificios cuando sea necesario. De hecho, ha habido alguna comunidad que recientemente ha pintado todo el inmueble.

«Nos manifestamos para mostrar nuestro total rechazo porque este plan se realizará a costa de romper estructuras sociales, arraigos, identidades, con más de 50 años de convivencia», explicó uno de los portavoces del colectivo vecinal, «no podemos olvidar la lucha que muchos vecinos iniciaron. Se fueron sin tener la tranquilidad de lo que dejaban lo dejaban atado y bien atado. Por ellos también estamos aquí. Se fueron sin haber visto una rehabilitación en su edificio, un ascensor y un futuro cierto para sus familiares. Por ellos seguiremos luchando».

Los manifestantes cubrieron un recorrido que partió desde el aparcamiento del parque de Las Rehoyas y siguió por Virgen de Las Angustias, Carretera General del Norte, Santa Luisa de Marillac, trasera de Farmacéutico Pedro Rivero, Virgen de Lourdes y Virgen de Fátima hasta finalizar en el punto de salida.

«No queremos esas torres de diez pisos, no queremos que nos recluyan en bloques como animales», dijo a este periódico Marcos Hurtado, portavoz de Rehoyas Avanza, «los polígonos no son una buena idea ni ninguna recomendación de Europa».

En la zona que está pegada a la Carretera General Norte, los bloques tienen cinco pisos. El plan de renovación urbana plantea ahí alturas que van desde los seis a los nueve pisos.

Para los residentes que mantienen esta postura, el plan prioriza el aparcamiento y a una gasolinera, que se desplazará unos metros de su emplazamiento actual para ubicarla en la rotonda del centro de salud de Miller. «El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, predica su gran intención de sacar las gasolineras de los núcleos urbanos, pero hace lo contrario aquí y la pone, beneficiándola, en una de las rotondas con más tráfico de la ciudad», recoge el manifiesto vecinal.

Por ese motivo, insistieron en el mensaje de que el plan de reposición será denunciado en los tribunales, lo que perjudicará a todos aquellos que sí están a favor de la demolición y posterior reconstrucción del barrio.

La reposición, tal y como está planteada por el Ayuntamiento, alcanza a las 2.558 familias del barrio, de las que alrededor de 600 o 700 recibirán una nueva vivienda fuera del barrio. El proyecto no solo propone la sustitución de pisos antiguos -muchos en mal estado de conservación y de apenas 40 metros cuadrados- por pisos más amplios y modernos, sino también la extensión del parque de Las Rehoyas hacia el interior del nuevo barrio, que renovará también el colegio.

En la manifestación estuvieron presentes también otros barrios. El presidente de la asociación de vecinos Batán-San Roque, Ramón Montesinos, criticó al ayuntamiento «por ningunear e ignorar» a los representantes vecinales.