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El nuevo consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, ha decidido priorizar la solución al nudo de Torre Las Palmas, que es el gran punto negro del tráfico de la capital grancanaria. Así, mientras se mantiene el impulso que tenía el proyecto de soterramiento de la GC-1 a su paso por Belén María, Torres ha optado por «dar prioridad a la redacción del proyecto para Torre Las Palmas. Se trata de que este mismo año quede adjudicada la definición técnica de la solución.
Esto no significa que se vaya a paralizar la adjudicación del proyecto de Belén María. En junio de este mismo año, el anterior Gobierno canario habilitó una partida de 40 millones de euros para poner en marcha la licitación de las obras del proyecto del soterramiento y mejora del enlace de Belén María en la GC-1.
El consejero de Obras Públicas está convencido de que esta actuación no aligerará el tráfico que, con mucha frecuencia, está atenazado desde Las Alcaravaneras hasta La Isleta. «Si salen más rápido del Sebadal, solo se encontrarán más rápido la cola», expone Pablo Rodríguez.
En este sentido se manifestó también el decano la Demarcación de Las Palmas del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Felipe Roque Villareal, en la cadena Ser, en junio, al afirmar que el hecho de facilitar la salida desde La Isleta solo va a ir trasladando el problema hasta la entrada de Julio Luengo.
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Javier Darriba
La salida del Puerto de Las Palmas, de La Isleta y de la urbanización industrial El Sebadal viven bajo la amenaza constante del atasco como consecuencia de que el entrelazado de Alcaravaneras -entre los vehículos que salen de la avenida marítima hacia los túneles de Julio Luengo y los vehículos que vienen por León y Castillo y quieren incorporarse a la avenida marítima en dirección sur- no tiene capacidad suficiente para evacuar el volumen de vehículos que se cita a diario en esta zona.
Las dos premisas desde las que se parte para solucionar el atasco de Torre Las Palmas son las de que la solución que se adopte finalmente no afecten a la playa de Las Alcaravaneras; y, en segundo lugar, que en la medida de lo posible, se evite la construcción de nuevos escalextric, que tengan un duro impacto visual.
Para ello, los técnicos de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno canario terminaron a fines del mandato pasado un estudio de alternativas que trataba de optimizar el funcionamiento de la rotonda de Torre Las Palmas.
Tras haber realizado el análisis de una decena de propuestas sobre este nudo viario, concluyeron que había que acometer acciones a corto plazo, para aliviar la congestión actual, y otras ya a más largo plazo, como parte de la solución definitiva al problema del tráfico que tiene esta parte de la capital grancanaria.
Entre las primeras, los especialistas apuntaban la necesidad de prohibir el acceso a las calles Leopoldo Matos y Manuel González Martín desde el enlace de Torre Las Palmas. Así, los conductores que vengan desde el sur y quieran entrar en Alcaravaneras, o llegan a la Base Naval y cambian el sentido para acceder a Ingeniero Salinas; o bien, entrar desde Pío XII.
En cuanto a la reordenación a largo plazo, se planteaban dos alternativas: una recuperaba la propuesta hecha por la consultora Gipic en 2015 y supone la construcción de un túnel a la altura la conocida como casa del coño para anular el entrelazado de Alcaravaneras, de modo que todo el tráfico que llega de Presidente Alvear y quiera ir al sur o seguir por León y Castillo pasará por debajo de Torre Las Palmas; la segunda idea puesta sobre la mesa pasa por la construcción de un falso túnel de acceso al túnel de Julio Luengo desde la calle Leopoldo Matos.
Entrada al túnel: la intensidad media diaria en esta dirección es de 26.443 vehículos, lo que supone 4.155 que los aforos tomados en 2012. En hora punta, los automóviles que entran en Julio Luengo son 1.824 (-44%).
Salida del túnel: Los 28.656 vehículos que escupe el paso subterráneo son 2.894 más que los que iban en esta dirección, desde la GC-2, hace diez años. En hora punta, en cambio, se ha producido un descenso del 29%, al pasar de 2.518 en 2012 a 1.781 en la actualidad.
El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias ha trasladado ya tanto al Cabildo de Gran Canaria como al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria las propuestas de los especialistas de su consejería. «Queremos den su parecer», indicó Pablo Rodríguez, consciente de que la solución final deberá contar con el respaldo del gobierno insular -que gestiona los túneles de Julio Luengo y la regulación semafórica de Torre Las palmas- y del municipal, por ser la ciudad la que soporta los atascos y la que desplaza a la zona a policías y agentes de movilidad para regular la circulación.
«Estamos expectantes», reconoció Rodríguez, sabedor de la dificultad técnica del análisis, «todavía no nos han contestado». En función del acuerdo final, se sacará a concurso la redacción del proyecto que será la base de la actuación futura. Pero el consejero quiere que adjudicarlo y poder «acompasarlo» con el soterramiento de Belén María.
El político autonómico también señala la necesidad de soterrar el tráfico que viene desde el sur y que trata de incorporarse al túnel de Julio Luengo. Asegura que se trata de una propuesta «compatible» con las otras soluciones puestas sobre la mesa.
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