Cierre de terrazas: una «bomba de relojería para el futuro de la ciudad»
Los empresarios de Joaquín Costa advierten del riesgo para el potencial turístico urbano y critican la falta de gestión municipal
Los empresarios del entorno de la calle Joaquín Costa afectados por la resolución municipal que obliga a cerrar las terrazas a las diez de la noche y a tenerlas recogidas media hora más tarde advierten del riesgo que la medida puede tener para una ciudad que se esfuerza por consolidarse como un destino turístico de primer nivel. «La relación entre el descanso y la actividad es posible, pero se necesita gestión y voluntad, no es un problema solo de Joaquín Costa, es de toda la ciudad, y una decisión que va a allevar a más paro y menos actividad», expone la representante de uno de los restaurantes afectados por la medida, Najwa William.
«Se abre la veda para toda la ciudad», añadió, «el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no ha hecho nada más que esperar cúmulos de denuncias y ejecutar ahora una medida que es una bomba de relojería para el futuro de la ciudad porque lo que es ahora Joaquín Costa se extenderá a toda la ciudad».
«Se hace necesario un análisis profundo de la situación actual, del verdadero alcance de las medidas adoptadas y aun por adoptar, pues podemos estar entrando en un camino de complicada salida, que nos lleve a convertir nuestra ciudad en algo muy distinto a lo que es en la actualidad».
Asegura que la iniciativa de la denuncia que ha motivado la acción municipal no responde al sentir mayoritario de los vecinos de la zona de Joaquín Costa. Y lamenta la falta de gestión municipal. «El Ayuntamiento se ha desentendido de cualquier tipo de gestión, hemos pedido muchas veces mediación, más control policial, medidas mixtas que permitan el descanso sin abandonar la ciudad», prosigue la representante empresarial, «nosotros podemos controlar lo que ocurre en nuestros locales, pero no la voz de las personas en la calle, eso es un tema policial».
William insiste en que la resolución municipal es una medida aleatoria y critica que el grupo de gobierno no se haya preocupado por llegar a un acuerdo entre todas las partes en conflicto. «Aún se está a tiempo de revertirlo», detalla, «el descanso de los vecinos nadie lo pone en duda, pero esta medida no es por el descanso de los vecinos sino por la inacción del Ayuntamiento para buscar una vía de consenso entre el descanso y el servicio de ocio y turístico que quiere mover esta ciudad».
Los empresarios han anunciado que presentarán un recurso contra la decisión municipal que les obliga a cerrar a las diez de la noche.