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El Ayuntamiento dibuja un plan de inversiones en el que se incorporan proyectos antiguos y otros que ya están en marcha. En total, el Consistorio se pone como objetivo una inversión total de 76,07 millones de euros.
El papel aguanta la cifra. Otra cosa será la gestión de estos proyectos. En el año 2021, de los 110,98 euros consignados solo se ejecutaron obras por valor de 46,41 millones de euros (menos de un 42%); y en 2022, con el avance de la liquidación, las cifras se desploman todavía más: de los 118,82 millones de euros, las obligaciones reconocidas solo alcanzaron un valor de 31,37 millones de euros (algo más de un 26%). Como en el caso de los gastos generales, el nivel de ejecución de las inversiones será en 2022 el más bajo de los últimos años.
Para 2023, las inversiones vuelven a situarse por debajo de los cien millones. Así, el capítulo siete de gastos (inversiones reales) se queda en 54,11 millones de euros (-28% respecto a 2022) y el de transferencias de capital se reduce hasta los 21,96 millones (-49,6%).
Estas comparativas se hacen respecto a los créditos finales de 2022, que difieren de los iniciales por las modificaciones de crédito que se aprobaron a la largo del año y que permitieron inyectar 24,98 millones de euros en inversiones reales (hasta los 74,49 millones); y otros 17,24 millones al capítulo siete (hasta los 43,56 millones).
Si se opta por una comparativa del cuadro inicial de inversiones, aquí el esfuerzo presupuestario es similar. En 2022, la previsión inicial era de 76,14 millones, solo un 0,09% superior a la inicial del año 2023.
En el anexo de inversiones que acompaña a los presupuestos municipales, se incluyen algunos proyectos que ya están en marcha, como la construcción del centro de formación y de prácticas de tiro e intervención de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, al que se destina 2,43 millones de euros, lo que representa un aumento del 76% respecto a lo que se había consignado en 2022 (1,38 millones de euros).
También aparecen otros proyectos que ya están levantándose, como los dos edificios incluidos en el plan de reposición de Las Rehoyas: el que se construyó sobre el parque y el que se empieza a erigir en la calle Doctor Chiscano, en la trasera del hospital general de Gran Canaria Doctor Negrín. Para 2023 se consignan 4,63 y 4,67 millones de euros respectivamente. El primero de los proyectos reduce la inversión en 730.000 euros, pues ya se ha ejecutado a un 40%; y el segundo, en cambio, la aumenta de 3,17 millones a 4,67 millones.
También aumentan las partidas destinadas a la mejora del servicio de alcantarillado (de 1,47 a 1,82 millones de euros) y las previstas para la reparación de las infraestructuras viarias (de 2,04 a 2,41 millones de euros).
El campo de béisbol, en La Ballena
Aparece por vez primera en el anexo de inversiones la construcción del campo de béisbol que fue proyectado en 2019 y aprobado por Urbanismo en octubre de 2020 en la parcela municipal que está en la circunvalación GC-23, en sentido bajada, junto a la rotonda que conduce el tráfico de Ciudad Alta hacia el Negrín y el barrio de La Minilla.
En este caso, se consigna solo 1,13 millones de euros, que es la subvención que viene del Cabildo de Gran Canaria. No se hace mención aquí al resto de la inversión necesaria para la construcción de este equipamiento deportivo. Hay que recordar que a fines de 2020, cuando Urbanismo aprobó el proyecto de campo de béisbol y sóftbol, se estimó que sería necesario un gasto de 3,53 millones de euros. El plan era que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cubriera con recursos propios la parte que no se alcanzara con los fondos insulares.
El Ayuntamiento también calcula que necesitará 1,65 millones de euros para la reformas de sus edificios públicos.
El tripartito dejó de utilizar casi cuatro de cada diez euros de las cuentas del año 2022
De los 535,28 millones de euros que tuvo consignado finalmente el presupuesto de gastos del año 2022, solo se contabilizaron obligaciones de pago por valor de 290,25 millones de euros. Esto significa que durante el último ejercicio económico, solo se utilizó el 54,22% de los recursos.
En otras palabras, que se dejaron de gastar unos 245 millones de euros, según consta en el avance de la liquidación que acompaña al proyecto de presupuesto municipal de 2023.
Este nivel de ejecución es el más bajo de los últimos años, puesto que en 2021 fue del 67,4%. Y en los años anteriores alcanzó el 71,7% en 2020; el 71,5% en 2019; el 72,7% en 2018; el 82,2% en 2017; el 85,5% en 2016; el 88,8% en 2015; y el 93,8%, en el ejercicio económico de 2014.
Desde el gobierno siempre se afirma que estos porcentajes resultan bajos porque los créditos totales resultan mucho más altos, con lo que aunque se gaste más, su peso relativo es menor.
Sin embargo, las obligaciones reconocidas en 2022 alcanzaron los 290,25 millones de euros, lo que supone un descenso del 13,4% respecto al nivel de gasto de 2021, año en el que se alcanzó los 335 millones de euros. También resultó menor que en 2020, cuando esta cifra rondó los 336 millones de euros.
En todo caso, la estimación final de las obligaciones reconocidas netas a 31 de diciembre subirá hasta los 333,55 millones de euros, lo que supondrá un nivel de ejecución del 62%.
De cumplirse estas proyecciones, el dinero que se quedará sin utilizar del presupuesto de 2022 alcanzará los 202,2 millones de euros.
Aún así, el porcentaje de ejecución seguirá siendo el más bajo de los últimos años.
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