La autopsia confirma la muerte accidental en Puerto Rico

En el apartamento se habían alojado dos turistas irlandeses. Cuando entró la limpiadora, sobre las 12 del mediodía, se encontró con que uno, de 33 años, estaba muerto en la habitación y el otro escuchando música en la terraza, que aseguró que no se enteró de nada.

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Gaumet Florido

Pese a que dormían en el mismo cuarto, en camas separadas, alegó que cuando se levantó no vio nada. El cadáver tenía medio cuerpo debajo de la cama. Los primeros indicios apuntan a que ambos habían ingerido todo tipo de sustancias tras dos días intensos de fiesta. Al compañero del fallecido, que parecía muy desorientado, se le tomaron muestras de ADN, sangre y orina.

A falta de lo que determine la autopsia, la exploración del cuerpo y de la escena en la que fue hallado permiten avanzar como primera hipótesis que no actuaron terceras personas. El cadáver no presentaba heridas de defensa o secuelas de un forcejeo. Tampoco había pisadas o gotas de sangre en las sábanas, ni proyectadas en la pared.

El levantamiento del cuerpo de la víctima no se produjo hasta pasadas las seis de la tarde del lunes, hora a la que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en la capital grancanaria. Por lo pronto, la causa ha sido declarada secreta a petición de la Guardia Civil hasta que se puedan esclarecer las causas de la muerte. Dadas las especiales circunstancias en que se halló el cuerpo, el instituto armado ha iniciado una investigación que podría quedar resuelto a partir de la autopsia.