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El incendio que afectó a una vivienda en el corazón de Vegueta en la noche del lunes avivó este martes el debate sobre la situación de seguridad en la capital grancanaria. Mientras el grupo de gobierno insiste en que se da respuesta a todas las necesidades, desde la oposición y los representantes de los bomberos discrepan y alertan del riesgo que se produce ante el escaso número de agentes.
Mientras el Cuerpo Nacional de Policía sigue investigando las causas del incendio que se produjo en una propiedad municipal de la calle Montesdeoca, que está habitada por tres hermanos, en el seno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha producido un debate sobre la situación general de seguridad en la capital.
El concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, aseguró este martes que «la seguridad se garantizó» e indicó que la respuesta se hizo dentro de los márgenes de tiempo establecidos. El edil dijo que «el servicio se realizó en tiempo» pese a que una parte de los agentes tuvieron que subir al parque central de Miller para coger los equipos, pues se encontraban en el rescate de un surfista en La Cícer.
Según su versión, los bomberos no tuvieron que escoger entre prestar el servicio de rescate de Las Canteras y extinguir el incendio de Vegueta: el primero había acabado a las 21.05 horas, mientras que la llamada en la que se alertaba del incendio fue a las 21.35 horas.
En ese momento, estaban trabajando nueve bomberos en toda la ciudad. Una parte de ellos se dirigió entonces al incendio, con los equipos de protección que llevan en el camión. Dos horas más tarde, cuando ya estaba controlado el fuego, en torno a las 23.30 horas, la mitad del dispositivo volvió al parque central y los otros se quedaron en el lugar del incendio como retén de seguridad para evitar que el fuego se reavivara.
El edil informó también de que se ofreció a los moradores de la vivienda la posibilidad de pasar la noche en un albergue, si bien estos declinaron la oferta.
La extinción del incendio requirió de unos 10.000 litros de agua que se obtuvieron del hidrante que está junto a la ermita de San Antonio Abad.
El edil reconoció que si en el momento del incendio se hubiera producido otro incidente, hubiera habido dificultades porque no se está respondiendo a los llamamientos de refuerzo que hace la jefatura del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento. En todo caso, Íñiguez señaló que «respondemos con lo que tenemos» y que, en caso necesario, se puede recurrir a los bomberos del Consorcio o, en último extremo, a la Unidad Militar de Emergencias. «Pero llevamos desde mayo sin reforzar y no ha pasado nada», indicó.
El gobierno confía en que, aún así, la situación mejore a partir del próximo lunes, cuando se incorporen los 31 nuevos agentes.
En estos momentos, la ciudad cuenta con un cuerpo de Bomberos en el que trabajan una jefa, tres sargentos, veinte cabos y 88 agentes. De ellos, en estos momentos están de baja un sargento, siete cabos y 22 agentes. Esto supone que, para los cuatro turnos, hay 82 profesionales disponibles, lo que supone un 73% de la plantilla.
Los bomberos de la ciudad llevan desde anoche denunciando la situación de precariedad del servicio. Desde sus cuentas en las redes sociales hablaron de «desastre total» por el hecho de que estuvieran cerrados los parques zonales de Vegueta y La Isleta. A esta situación se ha llegado por el hecho de que los agentes se niegan a realizar refuerzos para denunciar las carencias del servicio.
El mismo argumento fue empleado por el concejal del PP Ignacio Guerra, quien denunció que «solo hubiera nueve efectivos en toda la ciudad, cuando debía haber unos treinta». En su opinión, el edil de Seguridad utilizó «las bajas como justificación para excusar la realidad: que ustedes no pueden garantizar la seguridad en Las Palmas de Gran Canaria». Guerra responsabilizó al alcalde, Augusto Hidalgo, de esta «negligencia».
David Suárez, de Coalición Canaria, aseguró que el elevado porcentaje de bajas se debe a que los bomberos «no tienen condiciones laborales dignas».
El concejal no adscrito, José Guerra, pidió la dimisión del responsable municipal de Seguridad. «En el incendio de Vegueta estuvo en riesgo la integridad de quienes participaron en la extinción y la seguridad de toda la ciudad», denunció.
Por su parte, la edila no adscrita Carmen Guerra también echó en falta una dirección clara del servicio.
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