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El momento de la detención de los dos jóvenes, Yoel O. Q. y Cristian Ezequiel S.M, en Arinaga. Arcadio Suárez

El grancanario Yoel, en el epicentro del mayor escándalo de ciberseguridad contra el Gobierno

«Vi un fallo que cualquiera con conocimientos básicos podría haber aprovechado», dijo el hacker detenido en Arinaga

CANARIAS7

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 25 de julio 2025, 08:57

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Yoel, un chico de 19 años nacido y criado en Arinaga, al sureste de Gran Canaria, ha acabado en el centro de una investigación por delitos de ciberterrorismo. El joven 'hacker', más conocido como 'akkaspace', pudo haber filtrado datos personales del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de nueve ministros y de algunos periodistas en un canal de Telegram. Su historia levantó un serio debate sobre las carencias en ciberseguridad del Estado. «Vi un fallo que cualquiera con conocimientos básicos podría haber aprovechado», dijo.

La mañana del 1 de julio, la tranquilidad del barrio costero de Arinaga se rompió con un despliegue policial que dejó boquiabiertos a los vecinos. «Entraron en mi casa como si fuera Bin Laden», describe Yoel. «La broma se acabó cuando me detuvieron», añade el joven, que usaba en redes el alias akkaspace. Estas manifestaciones las realizó en una entrevista concedida al diario 'El Mundo'.

La operación no era menor. Según los investigadores, Yoel habría accedido a información sensible del presidente del Gobierno y de hasta nueve ministros, incluyendo sus correos electrónicos, teléfonos y DNIs, y la habría difundido a través de un canal de Telegram. Entre los afectados están nombres como María Jesús Montero, Félix Bolaños, Fernando Grande-Marlaska, Francina Armengol, Ada Colau o Juanma Moreno.

«Entraron en mi casa como si fuera Bin Laden (...) Esperaban otro perfil, un hacker peligroso, pero yo soy un chico normal»

La Audiencia Nacional lo investiga, junto a otro joven conocido como @Pakito, por presuntos delitos de ciberterrorismo, coacciones a las instituciones del Estado e intimidación a figuras públicas. Sin embargo, Yoel insiste en que su acción no tuvo ninguna motivación política: «Es una patraña de la izquierda. No hay ningún motivo ideológico en esta acción. Es pura maldad de hacker», afirma.

Desde su casa familiar en Gran Canaria hasta un avión policial rumbo a Madrid, el salto fue abrupto. En el trayecto, dice que empezó a asumir la dimensión del asunto. «Aprendí y reflexioné durante el vuelo a Madrid. La Audiencia Nacional no es ninguna broma. Al juez le expliqué la operativa del malware», señala. Y añade con preocupación: «Al juez le mostré que sigue siendo vulnerable, que los datos siguen estando al alcance de los ciberdelincuentes».

Las imágenes de la detención de los jóvenes en Arinaga. Arcadio Suárez

Durante el registro, la Policía se incautó de dispositivos electrónicos. El joven admite que fue un momento tenso. «Echaron la puerta abajo. Hubo gritos. Luego, el trato fue impecable. Quiero agradecérselo a todos los agentes y en especial a una mujer Policía que empatizó conmigo. Ella sabe quién es».

Yoel, que todavía vive con sus padres, asegura que la Policía no esperaba encontrarse con un chico canario de su edad. «Creo que la Policía se sorprendió al ver que tenía 19 años y vivía con mis padres. Esperaban otro perfil: un hacker peligroso, violento, casi psicópata. Pero yo soy un chico normal».

Datos personales por 200 euros

El material filtrado estaba vinculado a una herramienta que, por 200 euros, ofrecía acceso a datos personales de cualquier ciudadano español. «Estamos en 2025 y seguimos defendiendo nuestros sistemas con tecnología del año 2000. Es como si en una guerra, quienes sufren el impacto de bombas nucleares responden con flechas», critica. Y lanza una advertencia alarmante: «La ciudadanía no lo sabe, pero en la dark web se venden datos personales de jueces, fiscales, sus domicilios, matrículas y hasta la ubicación de los colegios de sus hijos».

Su detención ha reabierto el debate sobre la seguridad informática de las administraciones públicas. Yoel sostiene que el fallo que explotó sigue abierto. «Vi un fallo que cualquiera con conocimientos básicos de informática podría haber aprovechado. Y lo más grave: ese fallo sigue abierto hoy», subraya.

«La gente está desprotegida y no lo sabe. Ese es el verdadero peligro»

En Telegram, donde publicaba como akkaspace, llegó a anunciar «bases de datos españolas obtenidas de forma completamente legal y conforme a la normativa vigente». Pero al ser detenido, su discurso cambió. «Avisé cuando me arrestaron, pero no me hicieron caso. En España nunca pasa nada», dice.

Mientras su presunto cómplice se acogió a su derecho a no declarar, Yoel sí habló ante el juez: «Mi única opción era contarle al juez la verdad».

Aunque niega motivaciones ideológicas, Yoel insinúa que pudo haber sido manipulado: «Quizás alguien me utilizó. Puede que haya sido parte de algo más grande. Con fines políticos. No sé. Tal vez nunca lo sepa».

Antes de cerrar la conversación, el joven lanza un último mensaje que pretende ser una sacudida a la conciencia institucional: «¿Tuvimos un apagón nacional por un ataque evitable? Sí. ¿Ha pasado algo desde entonces? No. La gente está desprotegida y no lo sabe. Ese es el verdadero peligro».

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