Videoanálisis: 'Voces negativas'
SALUD mental ·
El psicólogo Leocadio Martín propone tres estrategias para ayudar a frenar los bucles de pensamiento negativoLEOCADIO MARTÍN
Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 27 de enero 2023, 08:05
Nos ocurre a la mayoría, a veces sin darnos cuenta. Probablemente por alguna situación difícil o compleja de solucionar que nos atrapa en un bucle de pensamiento negativo. El auto diálogo negativo puede ser muy perjudicial y afectar realmente a nuestro estado de ánimo y bienestar mental.
Comenzamos a darle vuelta a las cosas en nuestra cabeza y terminamos obsesionados con esos pensamientos. Es complicado pararlos, y no sirven los consejos que nos impulsan a mirar las cosas en positivo, a veces incluso tienen el efecto contrario. Simplemente estamos atrapados, como cuando escuchamos una canción que no nos gusta, pero no conseguimos dejar de tararear su melodía.
Pero hay estrategias que pueden ayudarnos a frenar este auto diálogo negativo, siempre y cuando hablemos de situaciones que ocurren de forma ocasional. Si no así, es conveniente consultar con un profesional de la psicología para descartar que dichos episodios estén provocados por la ansiedad o por otras situaciones vitales que a menudo no somos conscientes de cómo nos están afectando.
-
1.
Distanciamiento
La primera estrategia sería el distanciamiento. Este tipo de auto diálogo negativo consigue que nuestro pensamiento se convierta en un embudo del que a medida que vamos dando vueltas es más complicado salir. Por esto, una de las recomendaciones es intentar hablar con nosotros mismos en tercera persona sobre lo que nos está sucediendo. Como si estuviéramos hablando con un amigo o una amiga, y así poder distanciarnos y verlo desde otro punto de vista.
-
2.
Distanciamiento temporal
El segundo sería el distanciamiento temporal. En este caso de lo que se trata es de intentar ver lo que está pasando en nuestra cabeza con los ojos del futuro. Porque lo cierto es que si miramos hacia atrás en aquello que nos agobió hace unos días o una semana, seremos conscientes de que ya no lo está haciendo, y que lo vemos de otra forma diferente. Como si se diluyese. Incluso nos culparemos de haber sobre reaccionado cuando estaba ocurriendo.
Intenta pensar ahora qué es lo que te preocupó ayer o hace una semana o hace más tiempo: ¿te sigue preocupando ahora?
-
3.
Instaurar hábitos
La tercera estrategia es una de las más habituales, pero también de las más complicadas de conseguir. Hablamos de instaurar hábitos o rutinas, establecer un orden y control en tu vida en las pequeñas cosas, pequeñas tareas que llevar a cabo y que nos pueden ayudar a dejar de darle vueltas a la cabeza.
O dicho de otra manera, darle vueltas a la cabeza es perfectamente compatible con tener poco que hacer o estar desorganizado. Establece rituales, ten una pequeña agenda de cosas que puedas ir haciendo para sentirte bien, como dejar ordenada tu habitación o tu casa antes de salir, de manera que al volver experimentemos una sensación de orden por muy mal que nos haya ido el día.