Gull-Lasègue alerta de que la atención a la anorexia peligra por la falta de apoyo

La Asociación Gull-Lasègue ha expresado su profunda inquietud y descontento en relación a la «preocupante y progresiva disminución de la subvención» que recibe por parte de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, tal y como constató la entidad dedicada a la atención de la anorexia y la bulimia durante una reunión mantenida en agosto con los responsables de la sanidad canaria.

«Tras 25 años dedicados a la atención y apoyo de personas con trastornos de la conducta alimentaria y sus familias, estamos viendo cómo nuestro trabajo enfrenta serias amenazas debido a la falta de apoyo», señala la presidenta del colectivo, María Dolores Suárez, en un comunicado, en el que califica de insuficiente el apoyo recibido por parte de las instituciones y, en concreto, de la Consejería de Sanidad.

Suárez recordó que la reducción en 50.000 euros de la subvención que recibían para la atención integral de las personas con trastornos de conducta alimentaria ha supuesto un duro golpe para la asociación, «teniendo que tomar medidas drásticas» como la reducción de las jornadas de las trabajadores y el despido de personal altamente cualificado. No obstante, Suárez aclara que, tras muchas negociaciones con el equipo de la Consejería de Sanidad, se logró arrancar el compromiso de una aportación adicional de 30.000 euros para el desarrollo de un proyecto.

En todo caso, Suárez recuerda que la decisión de reducir el apoyo al colectivo «no solo afecta a las personas que ya están en tratamiento, sino que hacen crecer la lista de espera poniendo en riesgo muchas vidas».

Este escenario se torna más preocupante, dice, ante la posibilidad de no recuperar la financiación por parte de la Consejería de Sanidad de cara al próximo año.

El colectivo recalca que ha estado a la vanguardia en la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria, brindando asistencia directa a más de 2.653 pacientes y familiares que han confiado en sus servicios para su recuperación.

Suárez añade que la dedicación y profesionalidad del equipo de trabajadores de Gull-Lasègue ha permitido a muchas personas superar «graves desafíos y encontrar esperanza en momentos de desesperación».

Sin embargo, pese a este trabajo realizado durante más de dos décadas, la asociación denuncia que se encuentra «en una situación crítica» en la que los tratamientos y la calidad de la atención que proporcionan «están en peligro debido a la falta de financiación y recursos».

Respecto a la puesta en marcha de la unidad para la atención de los trastornos de la conducta alimentaria, ubicada en el hospital polivalente anexo al Juan Carlos I, aclaran que cuenta con 8 plazas de internamiento, por lo que, «en ningún caso, limita ni reduce la actividad de la asociación Gull-Lasègue, que continúa atendiendo semanalmente a unos 200 pacientes a nivel ambulatorio y a 40 en el centro de día». Además, la asociación denuncia su infructuoso intento de establecer un contacto con la unidad de cara a coordinar acciones.