«Desde febrero, el colapso del servicio de Urgencias no deja de superarse semana tras semana. Los compañeros están completamente desbordados y sin saber qué hacer. Lo peor es que no hay en el horizonte una respuesta de la administración para resolver este problema», explica el secretario del Consejo Canario de Enfermería, Luis Vega.
Además, algunas ambulancias quedaron bloqueadas en la entrada del hospital durante tres horas ante la imposibilidad de transferir a los pacientes. «Es un problema añadido porque el colapso provoca que haya en la calle menos ambulancias operativas. El atasco de las ambulancias es un indicador de la magnitud del problema», indica Vega, gran conocedor del servicio de Urgencias del Insular, en el que ha trabajado durante 22 años.
La saturación de ayer obligó a distribuir a los pacientes en camillas por pasillos situados fuera del servicio de Urgencias y en la zona de los ascensores, que quedaron bloqueados. También se tuvo que reservar para los pacientes el baño de uso público.
«El problema va a más y no hay expectativas de que se pueda solucionar», lamenta el enfermero que asegura que este año, por tercera vez, se ha rebasado la situación más crítica de las registradas en 2022.
Los trabajadores llevan tiempo denunciando que la situación asistencial es caótica e insostenible. La última denuncia al respecto la realizó el Sindicato de Enfermería Satse en enero, cuando advirtieron de que el servicio de Urgencias estaba soportando un incremento inasumible de carga asistencial y que se estaban generando «situaciones límite que afectan a la dignidad de los pacientes e imposibilita la realización de una labor asistencial con garantías por parte de los profesionales sanitarios».
Cien camas ocupadas por pacientes con alta
Actualmente, alrededor de cien personas permanecen en el hospital Insular pese a tener el alta hospitalaria a la espera de ser derivados a un centro sociosanitario, explica el secretario del Consejo Canario de Enfermería, Luis Vega.
«Si estas personas fueran derivadas a un centro adecuado, se liberaría un 20% de las camas hospitalarias. Justamente, el número de camas que necesitan los pacientes que se nos quedan atascados en Urgencias a la espera de ingreso», recuerda Luis Vega, que pide que se habiliten plazas sociosanitarias para este fin.
«Es más fácil construir una residencia que un hospital», añade el enfermero que pide a las autoridades que reaccionen con urgencia a este problema.
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