Canarias atraviesa el final de una segunda oleada de gripe en una temporada anómala
La retirada de la mascarilla ha permitido a la influenza recuperar su espacio. El último repunte afecta a menores de 15 años
Canarias esta terminando de superar una segunda e imprevista ola de gripe. Un hecho inusual ya que, antes de la pandemia, la gripe protagonizaba solo un pico epidémico en el archipiélago entre los meses de enero y febrero.
En esta temporada, el virus ha circulado con mayor intensidad por las islas en diciembre y, por segunda vez, entre febrero y marzo, explica el jefe de servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario, Amós García Rojas.
«La aparición en escena del Sars-Cov-2 ha distorsionado por completo el comportamiento de los virus respiratorios. Con las medidas de implementación frente a la pandemia, fundamentalmente el uso de la mascarilla, apenas hemos tenido casos de gripe en los últimos dos años. Desde el momento en el que nos hemos quitado la mascarilla y se ha ampliado nuestro mundo de relaciones, los virus han recuperado el terreno perdido de forma descontrolada», señala el representante español en el Comité Permanente para Europa de la Organización Mundial de la Salud.
Esta irrupción desbocada de los virus adelantó la primera ola de la gripe a antes de Navidad, unas semanas después que en la península, y ahora estamos superando una segunda ola que ha afectado sobre todo a gente joven. «En Canarias no está teniendo un impacto tan masivo como en otras comunidades», resalta García, que
No obstante, el experto vaticina que en la temporada 2023-2024, si el Sars-Cov-2 se estacionaliza, el resto de los virus volverán a su comportamiento habitual. «Lo normal sería sufrir una sola onda de gripe, entre enero y febrero», augura el epidemiólogo que confía en que la influenza recupere su normalidad, siempre y cuando el Sars-Cov-2 mantenga un comportamiento similar al resto de los virus estacionales.
«Hasta ahora no ha sido así. Estábamos en pandemia y el virus circulaba una barbaridad», indica García que confía en que atenúe su presencia gracias al alto nivel de vacunación y la inmunidad adquirida de forma natural.
En todo caso, espera que este último pico de gripe esté dando sus últimos coletazos con el aumento de las temperaturas. «Lo lógico es pensar que esta onda, que no lo ha sido de modo estricto, esté llegando a su fin», máxime cuando el invierno meteorológico ya ha terminado.
Afección en los más jóvenes
Este último repunte de casos está impactando sobre todo en la atención primaria. «El perfil afectado es el de menores de 15 años, es difícil que acaben necesitando hospitalización por una gripe. El impacto de la gripe en los hospitales depende de si llega a perfiles con alto riesgo, personas de edad avanzada y con enfermedades de base», recalca.
En cuanto a si las celebraciones masivas de los carnavales podrían prolongar el repunte de la gripe, García admite que habrá que esperar unos días para corroborarlo. «No creo que se produzca un aumento significativo porque el virus está asociado a una época del año con temperaturas frías. Si hubiéramos tenido un carnaval más frío, tendríamos un aumento de casos, pero la gripe está perdiendo fuelle. Casi está agotada», comenta al respecto.
Otra buena noticia respecto a esta última temporada gripal es el alto nivel de cobertura que se está registrando en la última campaña de vacunación contra la gripe. «Ha sido muy similar a la del año pasado, con valores altos de dosis administradas», indica sobre una campaña vacunal que está llegando a su fin.
En este sentido, señala que en la campaña anterior hubo un aumento considerable en el número de vacunas administradas contra la gripe «por el miedo a la convivencia con el covid. El hecho de que este número se haya mantenido», abunda García, «nos permite creer que se ha creado un suelo importante de adherencia a la vacunación contra la gripe», si bien admite que aún no se ha alcanzado el objetivo de proteger contra el virus al 75% de las personas vulnerables.
