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Canarias ha dejado atrás el último repunte de covid cuya transmisión se disparó en el archipiélago desde finales de mayo hasta principios de julio. Además, las infecciones respiratorias agudas han caído en su conjunto durante las tres últimas semanas alcanzando las cotas más bajas de circulación del último año.
Así, si a principios de julio los contagios por gripe, bronquiolitis y covid en el archipiélago se acercaron a los 800 casos por cada 100.000 habitantes, entre los días 22 y 28 de julio, último periodo del que se disponen datos, la incidencia de estas infecciones en las islas se situó en los 452 casos por 100.000 habitantes. La tasa es la más baja de la presente temporada, en la que las infecciones respiratorias alcanzaron su máximo en Canarias entre el 18 y el 24 de diciembre de 2023, con 1.296 casos por cada 100.000 habitantes.
Además, la tasa de hospitalización por estas infecciones ha experimentado un brusco descenso y actualmente el indicador se sitúa en poco más de 7 personas ingresadas por cada 100.000 habitantes, indicó ayer el director general de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), José Díaz-Flores.
«Actualmente en Canarias hay 76 personas ingresadas por covid, 71 en planta y cinco en las unidades de cuidados intensivos. En los últimos cinco días el número de personas ingresadas ha bajado un 25%. Este descenso se debe a que apenas hay nuevos ingresos por covid y se están dando muchas altas», explicó Díaz-Flores, quien precisó que el Sars-Cov-2, actualmente, está en alrededor de un 10% de las infecciones respiratorias analizadas, es decir, ha reducido a la mitad su presencia en las últimas semanas.
Los pacientes covid ocupan a día de hoy un 1,8% de las camas hospitalarias del archipiélago. «En el último repunte llegamos a tener a 129 pacientes covid hospitalizados, con 19 personas en las unidades de críticos. Estas hospitalizaciones no han superado el 2% de los ingresos totales», precisó Díaz-Flores sobre unos datos de ocupación hospitalaria similares a los del resto de España.
«El aumento de casos se produjo entre finales de mayo y junio. En julio ha habido un descenso continuado», comentó con alivio el director general de Salud Pública que atisba un patrón similar en los últimos repuntes del coronavirus. «Cuando nos llegan nuevas variantes, se produce un subidón de contagios entre la gente que ha perdido inmunización. El pico dura un mes o mes y medio. Una vez pasado este periodo se estabilizan los contagios», afirmó el experto.
Díaz-Flores entiende que la última oleada de covid se vinculó a la aparición de dos nuevas cepas del virus, KP.2 y KP.3, que se propagaron rápidamente por Estados Unidos y llegaron en mayo a España y Canarias.
En todo caso, Díaz-Flores entiende que la evolución de las infecciones respiratorias es una montaña rusa y que hay que aprovechar este respiro para preparar la próxima campaña de vacunación contra la que se protegerá de forma simultánea contra la gripe y la covid a las personas vulnerables.
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