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En Canarias todavía queda mucho por hacer en materia de la salud mental desde el punto de vista sanitario, asistencial, social y normativo, según reconoció este jueves la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, en el acto de conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental celebrado en la cámara regional.
Pérez admitió que el archipiélago sufre un déficit de profesionales para atender la salud mental de la población. «En 2023, Canarias estaba a la cabeza en la prevalencia de trastornos mentales con 518,5 casos por 1.000 habitantes, mientras que la media española es de 331 casos», dijo.
Durante el último año, señaló, el Servicio Canario de la Salud atendió a unas 71.000 personas por problemas mentales, muchas de ellas a través de las 31 unidades especializadas existentes, de las que once están dedicadas a la población infanto-juvenil. «En 2023, había 678 profesionales destinados únicamente a salud mental. Es un número insuficiente y hay que seguir trabajando para aumentarlo», aseveró.
Por su lado, la presidenta de la Federación de Salud Mental de Canarias, que agrupa a siete colectivos, Cristina Acosta, señaló que el 47% de los trabajadores sufre factores de riesgo psicosocial por sus puestos de trabajo.
En este sentido, añadió que «las condiciones laborales precarias obstaculizan el camino hacia la salud mental y la agravan». Asimismo subrayó que las personas con trastornos mentales tienen más dificultades para acceder al empleo, lo que perpetúa su exclusión. Por ello, reclamó promover políticas y campañas que faciliten la inclusión social real de estas personas a través de su integración laboral.
Una legislación específica que le permita luchar por sus derechos, limitar el abuso de la medicalización y el uso de contenciones mecánicas en entornos sanitarios fueron otras de sus demandas.
Por su lado, la consejera canaria de Sanidad, Esther Monzón, enumeró los nuevos servicios incorporados al abordaje de estas patologías y anunció que se seguirá aplicando y revisando el Plan de Salud Mental 2019-2023. «A la salud mental tenemos que cuidarla y mirarla de frente los 365 días del año», concluyó.
La asociación canaria de integración de salud mental Espiral se concentró este jueves ante la Consejería de Sanidad, en la capital grancanaria, para reivindicar el derecho de las personas con problemas mentales a una vida plena. «Nos sentimos personas capaces y como tales actuamos y queremos ser tratadas», indicaron en una nota. «Una sociedad que no integra o rechaza a parte de sus miembros es una sociedad en peligro de descomposición», apuntaron. El colectivo, además, pidió que se permita a ls personas afectadas acceder a las ofertas públicas de empleo, un local propio y la creación del promotor de salud mental. «Basta ya de reuniones, promesas, fotos y buenas intenciones, necesitamos acciones», exigieron.
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