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Imagen de una colonia felina del Puerto de Mogán. C7
El reto de identificar y castrar una legión de gatos callejeros: solo en Gran Canaria hay 10.000 censados

El reto de identificar y castrar una legión de gatos callejeros: solo en Gran Canaria hay 10.000 censados

La nueva ley de bienestar animal obliga a los municipios a gestionar las colonias. Algunos han hecho la vista gorda hasta ahora

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 19 de febrero 2023, 01:00

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«La nueva ley de bienestar animal es un reto para la sociedad española. Es como si pasáramos de cero a cien en muy poco tiempo. Sobre todo será un reto para los municipios que, a partir de ahora, se tendrán que encargar de gestionar las colonias felinas», explica el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas, Alejandro Suárez.

«Hoy en día, hay muchos ayuntamientos que no se han puesto al día en la gestión de las colonias felinas. La ley les obligará a ello», comenta Suárez, que recuerda que según la norma -que aún no se ha desarrollado a través de un reglamento- los gatos callejeros tendrán que estaridentificados con un microchip, en colonias censadas, cuidados por voluntarios formados y con asistencia veterinaria 24 horas. «A ver cómo se determinan y ejecutan estas normas», se pregunta el representante del colectivo veterinario de Las Palmas.

Lo cierto es que los municipios ya se están poniendo las pilas y muchos están embarcados en la tarea de censar y esterilizar a estos gatos con la ayuda del propio Colegio de Veterinarios, que el pasado año esterilizó más de 1.000 en Gran Canaria, y de protectoras y de asociaciones como Arycan, que desde 2019 ha castrado unos 9.000 felinos callejeros también en Gran Canaria.

10.000 gatos censados en Gran Canaria

Hasta ahora, el censo de gatos callejeros de Gran Canaria que maneja el Colegio de Veterinarios, elaborado en 2022 en virtud de un convenio con el Cabildo, incluye unas 800 colonias felinas con un total de 10.000 gatos.

La capital grancanaria es uno de los municipios que más se ha aplicado en la tarea de identificar y controlar a los gatos cimarrones. En una herramienta digital diseñada para este fin, denominada Colcat, constan unas 200 colonias con 3.000 ejemplares, de los que se han esterilizado 1.756 en los dos últimos años a través distintos proyectos de captura, esterilización y retorno (CER), realizados desde 2021.

En la capital tinerfeña ya se han puesto manos a la obra. Santa Cruz de Tenerife ha registrado 81 colonias, aunque reconocen que faltan muchas por inscribir. Hasta ahora se han esterilizado 653 gatos y se han invertido 18.000 euros en esta tarea, así como en su identificación y desparasitación, señala el edil de Bienestar Animal, Carlos Tarife.

En Arrecife están empezando a prepararse para ponerle el cascabel al gato callejero. El Ayuntamiento está a punto de aprobar un nueva ordenanza de bienestar animal. «Una vez la tengamos, se realizará el registro de las colonias y se empezará hacer una esterilización marcando las distintas zonas, lo haremos del norte al sur de la ciudad», indica el concejal del área Echedey Eugenio.

En todo caso, la capital lanzaroteña ya está realizando esterilizaciones, incluidas en el contrato de la empresa adjudicataria del centro de bienestar animal, a petición de los cuidadores de las colonias, pero de forma desordenada, precisa el edil.

En Puerto del Rosario se prevé realizar una campaña para esterilizar gatos y, a su vez, iniciar un programa de control de colonias, afirma Yanira Domínguez, concejala de Bienestar Animal.

Los municipios de Gran Canaria, salvo Artenara y Valleseco, también han enfilado la tarea. Así, en Santa Lucía se han censado unos 2.000 animales de 65 colonias. En Agaete se han registrado unos 300 animales de 40 grupos. En Telde, hay algo más, unas 80 colonias. En Agüimes, 41 colonias con 500 ejemplares censados. En San Bartolomé, 43 clanes con más de 800 gatos. Incluso en Tejeda se han censado cinco colonias con 40 gatos y en Teror, 66 con cerca unos 850 gatos. Ingenio también está realizando grandes esfuerzos en el cuidado de estos animales. Ha identificado 106 colonias y en 2022 castró a 650 ejemplares.

«Muchos ayuntamientos lo llevan súper bien. El problema es que la gente sigue abandonando gatos», explica Andrea Hansen, presidenta de Arycan.

Cuidadores y promotores del cambio

Los gestores de las colonias son los detonantes del cambio. Llaman a la asociación protectora para pedir ayuda y Arycan los pone en contacto con los ayuntamientos para que inscriban las colonias. Un registro que debe estar previsto en su ordenamiento municipal, algo que no siempre ocurre. «La ordenanza de Agaete tenía las multas por maltrato en pesetas», indica Hansen, que señala que actualizar las normas es el primer paso para empezar a controlar las colonias.

«Este es un proceso largo que tendrá que realizarse durante muchos años, igual que se hizo con los perros. Lo importante es concienciar a la gente de que deben identificar a los animales con un microchip y castrarlos. No deben dejarlos en la calle. Ningún gato está feliz fuera. Viven rodeados de peligros, enfermedades y contagios», señala Hansen.

Las colonias, atractivas para personas desaprensivas

En su opinión, cuando en un grupo más del 90% de los gatos están castrados, comienza a reducir su tamaño. Lo malo es que las colonias atraen a quienes quieren abandonar animales por eso pide a los gestores que no dejen la comida a la vista y que retiren las casetas.

«El problema está en el abandono, no en las colonias», señala Alejandro Suárez, que valora el método CER pero no en todos los ámbitos.

«Un gato capturado en un espacio natural protegido, por el problema ambiental que generaba en ese espacio y por su conducta, era eutanasiado. Ahora ese gato silvestre va a pasar toda su vida en una jaula. Eso también es maltrato. No es igual coger a un gato en Mesa y López que en Inagua», asegura.

Por su lado, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria se opuso frontalmente a la nueva ley por entender que difícilmente se logrará reducir la población de gatos ferales con el método CER y porque los gatos son una amenaza para especies endémicas protegidas de aves, sobre todo marinas, y en especial de los lagartos gigantes de El Hierro, Gran Canaria y Tenerife.

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