Golpear a una mascota hasta la muerte se pagará con dos años de cárcel

El Ejecutivo dará hoy el visto bueno a una modificación del Código Penal que, entre otras novedades, castigará con dos años de cárcel a quienes maltraten a un animal de compañía hasta causarle la muerte, según adelantaron fuentes gubernamentales.

El cambio legislativo, que se enviará al Congreso para su tramitación y aprobación junto al proyecto de Ley de Protección Animal, aumenta de manera significativa las penas del artículo 337.3, el que persigue el delito de maltrato animal agravado, que hasta hoy oscilaban entre los 6 y los 18 meses de prisión, según las circunstancias que apreciará el tribunal.

Además de la pena principal de privación de libertad, la nueva redacción de este artículo inhabilita al maltratador para ejercer toda clase de oficios relacionados con los animales (cría, venta, cuidado, etcétera) y para tener o convivir con mascotas por un período de tiempo máximo de cinco años. La inhabilitación que en la actualidad puede acarrear la comisión del mismo delito va de los dos a los cuatro años.

Pero el Consejo de Ministros no solo endurecerá hoy el castigo para quienes sieguen de forma violenta y sin motivo alguno la vida de una mascota. El Código Penal, si el Parlamento termina por aprobar esta reforma, también elevará la sanción para quienes incurran en el tipo básico del delito de maltrato animal. Para quienes maltratan de manera injustificada a los animales de compañía y lo hacen con suficiente saña como para causarles heridas o lesiones que requieran de atención veterinaria. En estas situaciones, que hasta ahora tenían una sanción de tres meses a un año de prisión, los tribunales podrán elevar la pena hasta los 18 años de cárcel.

La vuelta de tuerca al Código Penal se enmarca dentro de la nueva regulación más amplia con la que el Gobierno quiere poner coto al sacrificio, abandono y maltrato de animales, aspectos reprobables en los que España, donde algún desalmado se deshace de una mascota cada dos minutos, encabeza todos los ranking negativos de Europa.

El Consejo de Ministros, tras meses de debates, aprobará para ello hoy el proyecto de Ley de Protección Animal. Con este acto remitirá al Congreso la primera ley nacional que regula las relaciones de los españoles con los animales de compañía y los derechos de estos últimos. La norma, que podría estar en vigor en 2023, prohíbe y sanciona con duras multas, entre un sinfín de excesos, matar mascotas sanas, su cría por particulares, obliga a realizar un cursillo para poder tener un perro y destierra las peleas de perros y gallos.

-Cursillo gratuito y 'online'

Una de las disposiciones más polémicas es la obligación de realizar un curso formativo para poder tener legalmente un perro. Será un cursillo sencillo, gratuito y 'online' sobre las responsabilidades que exige esta tutela.

-Sacrificio cero

La ley busca el sacrificio cero. Prohíbe matar a animales de compañía abandonados o sanos y solo autoriza un procedimiento eutanásico para ejemplares con patologías mortales o invalidantes. Al tiempo, promueve los centros de protección y acogida y los santuarios de animales.

-Registro obligatorio

Para el sacrificio cero es preciso el abandono cero. Difícil en un país con más de 13 millones de mascotas registradas y otras tantas fuera de control. Para acabar con la impunidad ordena la identificación obligatoria de cualquier mascota y de sus propietarios en un registro nacional.

-Esterilizaciones

Decreta la prohibición de la cría por particulares para rebajar abandonos y ventas piratas. La crianza será tarea solo de profesionales, que tendrán que estar registrados y se les exigirá cualificación y condiciones concretas. Para evitar accidentes, será obligado esterilizar a todos los ejemplares de la misma especie y distinto sexo que conviven de forma habitual. Prohíbe animales silvestres en los hogares.

-Enormes multas

Los incumplimientos acarrean sustanciosas multas. El sacrificio injustificado o el entrenamiento para peleas se multarán con entre 100.000 y 600.000 euros y la cría por particulares, el abandono o el no registro de la mascota, con al menos 30.000. No habrá razas peligrosas sino ejemplares violentos y se exigirá seguro de responsabilidad civil.

-Cierres de granjas de visones

Prohíbe la cría de animales salvajes de especies extranjeras, tanto por particulares como por profesionales, con lo que cerrará las granjas de engorde de visones americanos para abrigos y cuellos. Cree que se maltrata a los animales y que son una especie invasora y una variedad que contagia muchas enfermedades a los humanos, como la propia covid.

-No más tiendas de animales

Para minimizar compras compulsivas no se pueden vender ni adquirir mascotas que supongan un riesgo para la salud o la seguridad o que pertenezcan a especies exóticas invasoras. Con igual fin se impide la exhibición y venta de animales en comercios a excepción de los peces.

-Se acabó el tiro al pichón

Uno de los ejes es la protección de los animales contra la crueldad humana. Prohíbe el tiro al pichón, el tiro a tubo de codornices, las peleas y la presencia de animales salvajes en los circos.

-Prohibidos los collares de castigo

Crea un registro de ciudadanos inhabilitados para la tenencia de animales (para impedir que continúen con los maltratos) y se prohíbe el uso de collares de pinchos o que ahorquen a las mascotas y de aparatos eléctricos que les causen daño o sufrimiento.

-Los otros zoos y delfinarios

La norma limita el uso en romerías, procesiones y cabalgatas y los zoológicos y delfinarios tienen los días contados tal y como los conocemos. No podrán comprar nuevos animales no autóctonos y veta, incluso a profesionales, la cría y venta de especies salvajes extranjeras. Así, los que quieran seguir abiertos, se deberán reconvertir en centros de recuperación de especies autóctonas.

-Sanciones por desatención

La ley prohibirá desatender a las mascotas. En el caso de los perros se considera que se les descuida al dejarlos solos 24 horas.

-Las corridas de toros no se tocan

No entra en proscripciones ni limitaciones de espectáculos taurinos, pero sí ordena diseñar protocolos para atender y rescatar animales en situaciones de emergencia, como catástrofes, incendios o accidentes de tráfico.