Borrar
Varias de las familias afectadas delante del la Escuela Infantil Municipal que se ha ofrecido como alternativa a Educación. Juan Carlos Alonso
Educación

Los efectos del fracaso de las nuevas aulas de 0 a 3 en Canarias: un lío familiar que salvan las abuelas

El retraso de las obras este curso dejó a 18 familias de Valsequillo sin alternativa. Dicen contar con un espacio, pero la «falta de voluntad» de Educación impide su uso

Luisa del Rosario

Valsequillo

Domingo, 5 de noviembre 2023

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En julio de este año, en el acto de posesión de Poli Suárez como consejero de Educación del Gobierno canario, este advirtió de que las 1.196 nuevas plazas públicas de 0 a 3 años no estarían listas «hasta enero». Sin embargo, las familias no supieron hasta septiembre, «dos días antes» de que se iniciara el curso, que sus niños y niñas matriculados ya en esas aulas no serían escolarizados. Es el caso de las 18 familias de Valsequillo que confiaban en llevar a sus hijos e hijas de 2 años al Elvira Vaquero este año. «Trabajamos los dos y hemos tenido que dejarla con mi madre», dice Yanira González, una de las madres afectadas, ante la escuela municipal, que se le ha ofrecido a Educación como alternativa.

«Nos han dicho que solo hay que hacer una obra menor. Pero estamos en noviembre y nada»

Garoé Alvarado

«Se suponía que las obras del aula infantil iban a empezar en verano, pero no se supo nada más. Dos días antes de empezar el curso le dicen a la directora que no se abrirá el aula. Realmente a las familias no se les dio ninguna opción para organizarse. Si confirmas la matrícula y no hay incidentes confías en que todo va bien», explica Garoé Alvarado, presidenta del Ampa del colegio Elvira Vaquero. El centro fue uno de los 65 elegidos para contar con un aula del primer ciclo de infantil. Este curso empezarían por niños y niñas de 2 años. Una inspectora de Educación, añade Garoé Alvarado, les advirtió de que seguramente las clases no empezarían el mismo 11 de septiembre, pero que como muy tarde el aula estaría en marcha en octubre. Así lo confirmaba la experiencia del curso anterior, cuando se abrieron las primeras 700 plazas públicas de este ciclo educativo en Canarias. No todas comenzaron con el inicio de las clases pero fueron incorporándose según terminaban las obras.

En esta ocasión, sin embargo, el consejero advirtió que 29 de esos 65 centros no abrirían el aula de 0 a 3 este curso sino el próximo. Y ese es el caso de Valsequillo. Sin embargo, añade Garoé Alvarado, el Ayuntamiento ofreció a Educación una Escuela Infantil Municipal que está cerrada. Ya la utilizó la Consejería cuando la pandemia de covid para Infantil, para recortar los grupos y mantener la distancia. «Han venido dos veces a verla desde Educación», añade, pero sigue cerrada. «Nos han dicho que solo hay que hacer una obra menor. Falta la memoria para que el consejero la firme y que el Ayuntamiento pida la subvención para la obra. Pero estamos en noviembre y nada», se queja. Las familias no lo entienden, y achacan el retraso a la «falta de voluntad. Cuando te están aportando una alternativa, una solución, aprovéchala», añade Alvarado.

«Sacrificamos las vacaciones para la adaptación del peque. Ahora vamos tirando con los abuelos»

Yanira Peñate

Desde la Consejería apuntan que este espacio estará listo en enero, pero las familias siguen sin entender por qué no se habilita ya.

La niña de Sara Silva es una de las afectadas. «No ha habido celeridad» para solventar el problema teniendo un espacio, señala. La alternativa que dio Educación, utilizar una de las plazas libres en escuelas privadas, en el caso de Valsequillo, en Telde, «no es de recibo», dice. «Llevarla a otro municipio y luego recogerla, en insostenible, teniendo un centro aquí para disfrutar de este servicio que tenemos», apunta. Ella no puede «tirar» de las abuelas y se organiza con su marido. «El la deja por la mañana y yo voy a recogerla. Tengo que salir antes del trabajo y debo recuperar tiempo quedándome los viernes por la tarde. Es un parche, no una solución».

«Yo estaba matriculada en la FULP y he tenido que aplazarlo todo»

Nieves Hernández

Nieves Hernández tiene a un niño escolarizado en el Elvira Vaquero y la niña iba a entrar en septiembre. «Yo estaba matriculada en la FULP y he tenido que aplazarlo todo. Con la niña en casa es difícil gestionar los tiempos. Nos ha supuesto un quebradero familiar. Ya estaba preparada para entrar en septiembre con su uniforme, con su mochila, todo. En verano todos los días le decía ' vas a ir a cole, vas a ir a cole' y estaba superemocionada y llega septiembre y no entra. Ahora todas las mañanas la perreta de que por qué su hermano va al colegio y ella no», lamenta.

Para ella tampoco funciona la alternativa de la escuela privada. «Llevarla a otro centro, pagar las horas que no te dan. Pagar el comedor, el uniforme, los libros, la adaptación con los niños y al volver aquí ¿otra vez? y, además, tendría que llevar primero a uno, después a la otra...».

Para Yanira Peñate también ha sido un fiasco. Ella y su marido se organizaron las vacaciones: 15 días cada uno para dividirse «el periodo de adaptación del peque». Así, cuenta, «no hicimos ningún tipo de viaje por eso. Nos sacrificamos para la adaptación del niño». Ahora, dice, van «tirando con los abuelos porque los dos trabajamos y es complicado». La alternativa tampoco le convenía. Tendrían que pasar por todo eso solo «para tres meses» y después otra vez. Además, «he hecho cuentas, el primer mes son 300 euros con el uniforme, los libros, el comedor...», afirma.

«La sacamos de la guardería porque empezaba el cole, la habíamos matriculado, y nos quedamos sin plaza en la guardería. Me quedé en lista de espera en otras, pero no me llamaron de ninguna y, además, los precios son desorbitados», dice Yanira González

Yolanda Aguarón no sufre ese problema, es madre de una niña de 9 años, pero se solidariza con estas familias. «Creo que es algo justo y una causa a defender».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios