Los haikus, la poesía del siglo XXI
«La poesía sirve para ser feliz, aunque no se note demasiado», así lo explicó ayer el escritor Manuel Lara Cantizani a los alumnos de 4º de la ESO y Bachillerato de Latín, Griego y Mitología del IES José Arencibia Gil, en un encuentro literario organizado por el Ministerio de Educación dentro de su plan de fomento a la lectura.
Ingrid Ortiz Viera y / Telde
Viernes, 23 de febrero 2018, 19:09
Con el tema Mitos y haikus, el cordobés ha tratado de acercar la poesía a los jóvenes a través estas composiciones de tres versos de origen japonés que, asegura, son la literatura del siglo XXI. «Es verdad que las nuevas generaciones leen menos que la mía; el ahora se rige por lo breve y con los haikus se pueden decir muchas cosas en 17 sílabas y de forma muy estética», explicó.
Para la ocasión, los alumnos ya habían preparado murales con sus propias creaciones sobre mitos clásicos conocidos, que Lara Cantizani ha valorado a priori como «buen material potencial», pero asegura que la mejor parte de sus charlas siempre viene después, cuando le llegan los comentarios positivos de los que se han visto interesados.
«Siempre que me enfrento a un público joven lo hago sin miedo ni esperanza: nunca sabes lo que puede pasar, pero en esta ocasión estoy encantadísimo», señaló tras firmar uno de sus libros a un alumno que se confesó entusiasmado por el nuevo descubrimiento. «Considero que a nuestro alrededor hay muchas cosas y hay que saber mirarlas, por eso intento transmitir la importancia de ser cultos, y la poesía es una forma rápida de serlo».
«Allá donde van, triunfan»
Manuel Lara Cantizani se erige como el mayor escritor de haikus occidental en vida, y ha sido la experiencia de más de catorce años lo que le ha llevado a transmitir a otros su pasión por la poesía oriental que, asegura, triunfa allá donde va. «Estamos acostumbrados a disfrutar del cine, de la tecnología, de la música, éste es sólo un elemento más», señala el autor de Poemas adúlteros y El invernadero de la nieve tras el encuentro con los alumnos.
«Mi papel de educador es guiar y hacer ver que en tres versos se puede escribir de todo: humor, igualdad, guerra... Incluso es una manera de lanzar mensajes con piropos más creativos», se ríe. Pero más allá de estas breves composiciones, para el cordobés hay tres nombres imprescindibles en la actualidad: Luis Alberto de Cuenca, Amalia Bautista y el último premio nacional, Joan Margarit.