Gáldar aprovecha el parón técnico
El Ayuntamiento norteño lleva a cabo una intervención en el Teatro Consistorial para intentar acabar con la plaga de termitas que ataca la madera del recinto
Patricia Vidanes Sánchez y Gáldar
Jueves, 14 de mayo 2020, 10:40
Aprovechando el cierre de las infraestructuras culturales del municipio a raíz del estado de alarma decretado por el Gobierno central ante el Covid-19, el Ayuntamiento de Gáldar está llevando a cabo labores de mantenimiento en sus instalaciones municipales. En concreto, desde la semana pasada se ha centrado en la actuaciones de conservación del Teatro Consistorial, ubicado en las Casas Consistoriales. Los trabajos consisten sobre todo en el tratamiento preventivo contra la polilla y la carcoma en el interior del recinto.
Un andamio de 12,5 metros de altura ocupa el patio de butacas de dicho edificio para proceder a esta actuación y dejar en perfectas condiciones todo este importante recinto cultural y de ocio de la ciudad, así como la valiosa obra de arte que cubre su cielo raso, la obra Revelora, considerada una de las grandes creaciones del pintor Pepe Dámaso, Hijo Adoptivo de la Ciudad.
La construcción del Teatro Consistorial data de 1912, sin embargo, sus antecedentes históricos hay que situarlos en el reinado de Isabel II, hacia 1847. El edificio actual es fruto de una profunda reforma que se inauguró el 18 de julio de 2010. Posteriormente, en 2019, se llevó a cabo una parada técnica que permitió su optimización tras nueve años ininterrumpidos de intenso uso.
Ahora, en este periodo de estado de alarma, se procede a las labores de mantenimiento centradas en el tratamiento de prevención de la polilla y la carcoma para dejarlo en perfecto estado.
Trabajos. Como reconoce el concejal de Cultura, Julio Mateo «la cuestión es que tenemos un problema de xilófagos en la parte histórica de Gáldar y hay que hacer trabajos específicos» de forma periódica. Estas termitas estas presentes a pesar de los intentos de erradicación en inmuebles de gran valor como el Teatro Consistorial, con una cúpula de 15 metros de altura.
Dadas las dimensiones el lugar, la fumigación solo es posible a través de un gran andamio que ha posibilitado el acceso a la obra Revelora. Se trata de «tres fumigaciones de humo para atajar el bicho en el teatro, y que se queda condensado en el lugar durante tres días. Además, se han colocado unas trampas que difunden el insecticida para ir acabando con el problema».
El Ayuntamiento ya llevó una fumigación de estas características en el Museo Sacro en 2018, cuando se detectó que las termitas estaban atacando obras de arte con una antigüedad de cinco siglos. En aquel momento el consistorio tuvo que invertir 13.000 euros en la operación. Ahora, aprovechando el parón técnico que ha supuesto el estado de alarma en instalaciones municipales como el Teatro Consistorial se han invertido dos semanas en la nueva fumigación que para que sea efectiva debe realizarse más o menos cada dos años. En esta ocasión, según ha explicado Julio Mateo, se lleva a cabo con personal municipal y tras el alquiler del andamio y la contratación de una empresa experta. En total, se han invertido unos 6.000 euros –3.000 euros en el andamio, montaje y desmontaje y cerca de 3.000 en la fumigación–.
Por el momento se ha constatado «mucha presencia de xilófagos; la espiral es plana y por encima hay muchos restos que hay que limpiar con aspiradores para luego llevar a cabo el tratamiento de desinfección para xilófagos». En los últimos años ya se ha actuado para parar el avance de las termitas en la Casa del Capitán Quesada y en la Casa Verde de Aguilar, bienes culturales.
