Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este sábado 6 de diciembre de 2025

Carin murió por salvar a sus animales

La mujer que se hallaba desaparecida desde la tarde del miércoles en la zona de los Llanos de Ana López ha sido encontrada muerta a causa del incendio desatado en la Cumbre de Gran Canaria. Es la primera víctima mortal del fuego. El vídeo muestra el estado en quedó la zona próxima a su vivienda.

Sábado, 23 de septiembre 2017, 10:18

El tercer día después del incendio amanecía con otra mala noticia para los vecinos de la Vega de San Mateo. Tres días de luto oficial se han decretado en el pueblo con motivo del fallecimiento de Carin Ostman, la primera –y de momento única– víctima mortal que se cobró el incendio de la Cumbre. Una mujer en la sesentena, de origen sueco, que vivía desde hace al menos 15 años en su pequeña finca en los Llanos de Ana López.

«Cuando la vi, le dije que viniera con nosotros, que había que correr, pero cuando me di la vuelta había desaparecido para ir en busca de las ovejas», afirmó Tamara Mayor, una vecina de Las Mesetas y una de las últimas personas en verla con vida.

Sin embargo, el primero en percatarse de su desaparición fue Claudio Álvarez, otro de los residentes de la zona. «Teníamos localizados a todos los vecinos menos a ella, así que alertamos de su desaparición y nos pusimos a buscarla, pero teníamos claro dónde iba a estar», explicó compungido ayer, junto a la casa de la fallecida.

Carin había venido a vivir a Gran Canaria «cautivada por el paisaje del campo», junto a su marido, de origen australiano, que había fallecido unos cinco años atrás. Sus cenizas fueron enterradas bajo un árbol cercano a la casa, donde aún merodea una camada de gatos, y resuena el canto de un gallo y varias ovejas.

«A pesar de ese golpe, ella no se marchó, siguió llevando esa vida que había construido con su marido», afirmó Carlos Astiarraga que había establecido un estrecho lazo con Carin después de compartir su pasión por los animales y de que le pidiera ayuda para cuidar a su marido, el artista Juan Hidalgo. «Tuvo que vender su coche porque vivía muy justita», explicó. «Era una mujer muy luchadora y muy echada para adelante».

Astiarraga cuenta que en esos primeros meses de contacto, le pidió venir hasta Ayacata, donde está afincado, y. al no tener coche, ella se ofreció a ir en bici todas las veces que fueran necesarias. «Imagina hacerlo en invierno, eso te da una idea de lo comprometida y generosa que era», afirmó apenado.

Según fuentes cercanas a la fallecida, solía regalar y vender fruta entre sus vecinos. Diego Sarmiento, dueño de un puesto en la Cruz de los Llanos, también se acercó a la zona para cerciorarse de que lo que le habían contado era cierto. «Venía a comprarme a menudo, era muy buena persona para mí, y creo que para todos los vecinos».

Para Carin, su otro «gran amor» eran los animales, y por eso a sus más allegados no les ha extrañado que quisiera protegerlos a toda costa del fuego, a pesar de que, al final, las llamas quedaron al borde de su casa y pudieran salvarse la mayoría de ellos.

Vídeo.

Sigues a Ingrid Ortiz Viera. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Carin murió por salvar a sus animales