Borrar

Podemos, sin pegada en las periferias

La formación morada defiende sus diputados en Canarias a pesar de un retroceso en el número de votantes. El partido se consolida como segunda fuerza en los principales núcleos urbanos de la provincia de Las Palmas y en las dos grandes ciudades de Tenerife pero se difumina en los pueblos del archipiélago.

Martes, 30 de abril 2019, 07:48

Gracias a sus 166.469 votemos Canarias se convirtió en chincheta de combate para Unidas Podemos, un espacio político conquistado desde sus primeros días en aquellas ya lejanas europeas de 2015 y en cuya defensa se mantienen el vigor de ser la segunda fuerza más votada del archipiélago solo por detrás del PSOE y colocando de nuevo a tres diputados por las islas en el Congreso. Sin embargo, añadido a la caída de cinco puntos en las urnas, a Podemos en las islas todavía le queda ganar espacio en las periferias, el voto de los pueblos.

La imbatible ola del PSOE situó a Podemos como segunda fuerza en las islas. Un dato destacable para las candidaturas encabezadas por Victoria Rosell y Alberto Rodríguez, con la marca nacional decreciendo hasta el cuarto puesto en estas elecciones generales. En las dos provincias Podemos consiguió elevarse sobre el Partido Popular y ser segundos, pero es que también consiguió ese ascenso, a pesar de perder votos, en las dos capitales: Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

En Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad talismán para el partido de Pablo Iglesias desde los primeros tiempos, se dejó 9.539 votos, quedándose en 36.089. Pero ese resultado fue como un baluarte para los morados. Una caída razonable en relación a otros territorios. Por su lado, en Santa Cruz de Tenerife sumó 19.023 ante los 22.038 de 2016, algo que no solo le impidió superar al PP sino también imponerse en la capital tinerfeña a Coalición Canaria, a pesar del ascenso de estos.

Esos datos se añaden a los de lugares como Telde y La Laguna, donde Podemos fue a la estela del PSOE como segunda fuerza con 9.059 y 17.400, respectivamente. Un dato importante teniendo en cuenta que son municipios gobernados en la actualidad por Nueva Canarias y Coalición Canaria.

También Podemos fue la segunda fuerza en las capitales de la provincia oriental, sumando 4.059 votos, el 17,14%, en Arrecife y 3.119 sufragios, el 18,24%, en Puerto del Rosario.

Sin embargo, su ascendente se desmorona cuando se alejan de los grandes núcleos urbanos. Un ejemplo es el norte de Gran Canaria, donde el partido morado fue quinta fuerza en votos en municipios como La Aldea, o cuarta en Firgas, Gáldar o Moya.

Eso hizo que en Gran Canaria, no obstante, el partido de Victoria Rosell y Meri Pita se quedara a 123 votos de los 74.175 que sellaron a los populares como segundo partido más votado en la isla.

En la provincia de Santa Cruz de Tenerife, el dominio de las fuerzas rurales de Coalición Canaria debilitó claramente al partido, que incluso dio un paso atras en las capitales de La Palma, La Gomera y El Hierro.

Error en el Senado.

Muchos de los votos a Podemos en el Senado fueron anulados porque la papeleta tenía tres nombres, ya que el acuerdo de confluencias les obligaba a añadir la candidata de Izquierda Unida. Esto propició que en el desconocimiento de muchos votantes de cómo se vota en el Senado les hiciera marcar los tres y ser nulo.

Sigues a David Ojeda. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Podemos, sin pegada en las periferias

Podemos, sin pegada en las periferias