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Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
A dos meses de las elecciones generales y a tres de las autonómicas y locales, nada mejor para ganar votos que un concierto que haga historia. Cueste lo que cueste. Es la vieja fórmula romana de pan y circo para contentar a las masas. Es lo que debieron pensar en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria) en la Alcaldía y se pusieron manos a la obra.
Hubo concierto, hubo un supuesto récord de asistencia, con 400.000 personas -es lo que dijeron- en las calles y hubo satisfacción general. Pero esta semana se ha conocido el revés de ese aparente éxito: un coste de 501.194 euros y un expediente tramitado, como mínimo, de prisa y corriendo y con algunas lagunas, sobre todo cuando en el Ayuntamiento -gobernado ahora por el Partido Socialista y dos concejales de Ciudadanos, con el apoyo externo de Podemos- se tropiezan con dos pliegos de prescripciones técnicas con importe muy diferente: 339.021 euros en uno y 427.837 euros en el que se usó para el pago final. Sobre la diferencia de casi 90.000 euros lo único que ha conseguido explicar CC es que se trata de «un error humano».
Según desveló ayer el periódico Canariasahora, el 14 de febrero de 2019 la entonces concejala de Fiestas, Gladis de León (CC) firmó el contrato para las actuaciones de Juan Luis Guerra y Orishas con un desembolso de medio millón de euros, con el añadido de que se abonó un primer pago de 250.597 euros cuando quedaban aún varios actos administrativos para completar el expediente.
Los pagos se hacen a Alfredo Moré, que aparece en el negocio como representante de Juan Luis Guerra y que lo hace avalado por un carta de la directora de la Cadena Ser en Canarias, la periodista Lourdes Santana, que lo presenta como organizador de otros eventos en colaboración con la citada cadena. Fue precisamente ese grupo mediático quien se encargó de promocionar el concierto. Lourdes Santana recibió el Premio Canarias de Comunicación este año, en la última edición de esos galardones con Fernando Clavijo en la Presidencia del Gobierno.
El relato del periodista David Cuesta en Canariasahora refleja al minuto la urgencia con que se tramitó el expediente: «A primera hora del 14 de febrero de 2019 en el que se llevó a cabo el pago de 250.597 euros aún no estaba cerrada la contratación de los artistas y quedaban varios actos administrativos por resolver. Según consta en el expediente, al que ha tenido acceso este periódico, el interventor emitió su conformidad esa misma mañana a las 09:16 horas. A las 10:07 horas, el entonces gerente del Organismo Autónomo de Fiestas, José Ángel Alonso, envió la invitación para concursar al que se presentaba ante la institución como representante de los artistas. Tan solo 16 minutos después, a las 10:23 horas, entraba en la sede municipal la documentación del que decía representar a Juan Luis Guerra y Orishas, aportando en ese acto su declaración responsable y aceptando las condiciones del contrato. A las 10:30 horas, la técnica de Gestión Jurídica firmaba la aprobación de los pliegos y la autorización del gasto, que rubricó la concejala a las 10:57 horas. Cinco minutos antes, a las 10:52 horas, la misma funcionaria había presentado la propuesta de resolución del procedimiento, que formalizó y firmó la entonces edil también a las 10:57 horas».
Se suma a todo ello la aparición de un documento de resolución del procedimiento que no está registrado digitalmente y la firma del contrato sin que haya constancia de a qué hora se firmó. Desde Coalición Canaria, a través de un comunicado, se ha defendido la legalidad del procedimiento y se ha insistido en que solo hubo ese error humano de dejar constancia de dos pliegos de prescripciones; además, se subraya que el interventor dio el visto bueno a la operación.
Pero lo que CC no ha explicado es por qué, además de esos dos pliegos con precios diferentes para un procedimiento negociado sin publicidad y con extrema urgencia, hay otras diferencias notables entre los documentos: se cambió el encabezado, de manera que en uno era Radio Club Canarias -propiedad del grupo Prisa, dueña de la Ser- la beneficiaria del negocio y en el otro aparece Alfredo Moré como la persona con la «representación exclusiva» de los artistas.
Tras saltar la noticia a los medios de comunicación, primero en Radio Marca, luego en Diario de Avisos, seguidamente en Canariasahora y luego en otros soportes informativos, el impacto ha sido mayúsculo. En el ámbito artístico, porque a los promotores les sorprende la cuantía pagada, si bien se reconoce que no hay una regla fija y que suele ser el representante quien pone el precio, sobre todo si detecta que la administración contratante tiene prisa y mucho interés -como así fue, por la celeridad del expediente-; y en el ámbito político y mediático porque sale a la palestra un negocio que anuda a una Alcaldía de tanto peso en CC durante años como la de Santa Cruz de Tenerife con el medio radiofónico -Cadena Ser- que los contrarios a Coalición han identificado como gran defensor de ese partido en los últimos años.
A falta de una versión oficial de la cadena radiofónica, lo que sí han hecho algunos de sus tertulianos en sus tribunas de prensa ha sido atribuir lo publicado a presiones de otros promotores artísticos, señalando directamente al grupo editor de Diario de Avisos. Pero del contrato, su cuantía, ese doble expediente de prescripciones técnicos con notables diferencias, y la urgencia del procedimiento siguen sin dar explicaciones.
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