La vecindad políticamente correcta
Los intereses empresariales sustentan las relaciones entre Canarias y Marruecos, dos vecinos que se han abierto la puerta muy recientemente, con el viaje oficial del expresidente autonómico, Adán Martín, en 2004. La causa saharaui, con un respaldo social importante, queda diplomáticamente desplazada por unas inversiones siempre a la expectativa
Almudena Sánchez y Santa Cruz de Tenerife
Domingo, 27 de enero 2019, 00:01
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, iba a ser el primero de este siglo en romper la costumbre que han dejado sus antecesores en el cargo de girar una visita oficial a Marruecos. Pero a cuatro meses escasos de que acabe la legislatura, se hace acompañar de una amplia delegación empresarial y, junto a los consejeros Pedro Ortega e Isaac Castellano, se ha armado una agenda intensa de contactos institucionales que le hará moverse durante dos días entre Casablanca y Rabat.
Va a ser, como todas las anteriores, una visita estrictamente empresarial porque es en ese ámbito en el que se basan las relaciones entre vecinos que intentan mantenerse políticamente correctos.
Solo 95 kilómetros separan las costas de ambos territorios. Sin embargo, los intercambios no han sido tan intensos como cabría esperar. Aunque el primer presidente canario que fue recibido por el Rey Hassan II fue Jerónimo Saavedra en 1986, no fue hasta el año 2004 cuando el ya fallecido Adán Martín firmó el «memorando de entendimiento» uno de cuyos efectos prácticos fue la constitución de un comité mixto empresarial.
Aquella expedición consolidó una balanza comercial que en el año 2000 alcanzó 90 millones de euros en cuanto a productos canarios exportados y 74 millones respecto a las importaciones. Hoy en día, esos volúmenes quedan lejos.
Aunque el saldo continúa positivo para las islas, en los ocho primeros meses del año 2018 la balanza se sitúa en los 5,6 millones de euros, con un descenso del 57,13% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Las exportaciones han superado los 20 millones pero disminuyeron un 50,7% y las importaciones, por valor de más de 14 millones y medio, bajaron un 47,7%, según los datos que aparecen reflejados en el informe de coyuntura que elabora la Dirección General de Asuntos Económicos con África del Gobierno autonómico.
Los principales productos que Canarias exportó durante estos ochos meses del año 2018, fueron los energéticos -cerca de 16 millones- seguido de alimentos -1.327 millones- y manufacturas de consumo -1.264 millones-, siendo éstas las únicas que experimentaron un crecimiento notable del 59,49%.
En cuanto a lo que las islas importaron, destacan los alimentos producidos en Marruecos -7.575 millones- y los bienes de equipo -5.030 millones-, seguido de lejos por las materias primas -1.810 millones-. La dirección general destaca en el informe el descenso de los alimentos en un 64,40%.
El retraso, sin aún fecha cierta, de la reposición de la línea marítima Puerto del Rosario-Tarfaya es una de las causas que impiden que estas relaciones comerciales terminen de consolidarse.
También pesa la «débil musculatura» del tejido empresarial canario, en palabras del portavoz del grupo parlamentario Nacionalista, José Miguel Ruano, a veces por la todavía escasa cultura de la internacionalización en las firmas locales, otras por el conflicto saharaui que sigue en pie y todo lo que implica en el ámbito de las relaciones internacionales.
Por eso, en cada viaje oficial que ha hecho un presidente de Canarias a Marruecos, siempre han rondado las posturas reivindicativas del Frente Polisario y los partidos políticos que mayor respaldo manifiestan a la causa.
En esta ocasión, Podemos emplaza a Clavijo que aproveche las reuniones con las autoridades marroquíes para reclamar la «liberación del activista saharaui Husein Bachir Brahim y de todos los presos políticos saharauis».
El delegado del Frente Polisario en Canarias, Hamdi Mansour, declaró que, «si es gravísimo el entregar ilegalmente las riquezas del Sáhara Occidental a quien lo ocupa por la fuerza de las armas, la entrega de activistas saharauis, con riesgo cierto para su integridad física a manos de los sicarios torturadores del sátrapa de Rabat, demuestra la bajeza moral de quienes autorizan estas deportaciones», en referencia al Gobierno de España.
Pero nada de esto se tratará en el viaje del presidente. Pese a ello, como también reconoció Ruano en 2015, el conflicto influye, como cuando en diciembre de 2015 el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas invalidó el acuerdo agrícola y pesquero de 2012 entre la Unión Europea y Marruecos, al haber incluido éste al Sáhara Occidental pese a que su soberanía no está reconocida.
Una amplia delegación empresarial y comercial acompañará al presidente del Gobierno en su primera visita oficial a Marruecos.