De la filoxera a la dependencia: Canarias simplifica procedimientos y los traduce a lenguaje accesible
El Gobierno regional impulsa una administración «más ágil» y cercana a la ciudadanía y está trabajando en consolidar un equipo permanente en el área
L.R.G.
Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 8 de diciembre 2025, 01:00
Una guía sobre cómo actuar ante la plaga de filoxera, reducir de una a dos las visitas para declarar el grado de dependencia de una persona y decidir su plan individualizado de atención (PIA) o facilitar darse de alta en la actividad de observación de cetáceos. Son ejemplos de algunos procedimientos y lenguaje que se han modificado en los últimos tiempos en la administración canaria con el objetivo de hacerlos más accesibles a la ciudadanía. La estrategia la lleva a cabo la dirección general de Innovación. Tras culminar el proyecto inicial de simplificación, la Consejería de Presidencia trabaja ya en la creación de un equipo permanente, capaz de mantener y ampliar los cambios que se han logrado hasta ahora. «La idea es que se vaya constituyendo un equipo fijo para ir trabajando todo eso a lo largo del tiempo», explica la directora general de Modernización y Calidad de los Servicios Públicos, Juana María Reyes.
Ella misma pone un ejemplo significativo de lo que se está haciendo: dependencia y discapacidad. En el primer caso se han eliminado duplicidades históricas: «En vez de dos visitas, en una visita se resuelven dos actuaciones, el grado y el PIA», indica. Este cambio, unido a la reducción de la documentación necesaria, supone un alivio para quienes dependen de estos servicios. «Se ha simplificado la documentación» y ahora es posible, con la autorización del usuario, «consultar la historia clínica» directamente, evitando gestiones constantes a los familiares. Cabe recordar, no obstante, que la modificación del porcedimiento, que se llevó a cabo normativamente, levantó la contestación de distintos colectivos.
El criterio que aplican es que si un requisito «no aporta valor se intenta retirar, salvo que haya una normativa que diga lo contrario», afirma. Esta filosofía ha obligado amodificar decretos autonómicos que dificultaban la agilidad del sistema como en el caso de dependencia. En discapacidad, el cambio ha sido también importante, resalta. Ante diagnósticos evidentes como la ELA, ya no se exige acudir a nuevas valoraciones. «No se molesta al usuario viniendo a la unidad de valoración; automáticamente se clasifica la discapacidad», explica la directora. Este paso evita desplazamientos, esperas y procesos innecesarios.
La digitalización también ha sido clave. Antes, para obtener el carnet de movilidad reducida era obligatorio entregar una foto en los servicios centrales. Ahora se procesa online: «Lo que buscamos es analizar el procedimiento en función de las cosas que no sirven». Este tipo de mejoras reduce desplazamientos, emisiones contaminantes y pérdida de tiempo. Muchas personas ya no tendrán que viajar, por ejemplo, desde San Bartolomé de Tirajana hasta Las Palmas solo para entregar una imagen impresa, afirma.
Simplificar en todos los ámbitos
Aunque los casos de mayor impacto se concentran en áreas sensibles como la dependencia, la simplificación también ha alcanzado autorizaciones de actividad económica, procedimientos turísticos, contratación administrativa, y otros ámbitos que afectan tanto a empresas como a particulares. Cada consejería ha incorporado entre dos y tres procedimientos para su revisión en función de su demanda, complejidad o volumen de quejas. «Es un proceso vivo, que poco a poco se va añadiendo», subraya la directora.
La transformación llega incluso al lenguaje de los decretos. En un ejemplo reciente, un texto técnico sobre el sector vitivinícola —uno de los más afectados históricamente por la filoxera y las regulaciones derivadas— se reescribió en formato de lectura fácil, con imágenes y explicaciones visuales, para asegurar que los agricultores pudieran comprenderlo sin dificultad, afirma
Ahora también están con el Proyecto Entender, una iniciativa que revisará palabras, estructuras y textos de la administración para eliminar tecnicismos y convertirlos en información cotidiana. «El objetivo fundamental es garantizar el derecho de la ciudadanía a acceder a los procedimientos de la administración», recuerda la directora.
El reto es evidente. Hasta personal acostumbrado al legunaje administrativo, dice, a veces tiene porblemas para comprenderlo. Por eso se están adaptando formularios, guías y comunicaciones a un lenguaje común, accesible y, cuando corresponda, a lectura fácil para personas con discapacidad intelectual o deterioro cognitivo.