
«Entusiasta y entendido del deporte y fiel a la UD»
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Deportes ·
La relación de Jerónimo Saavedra «de cariño» con el club así como su sensibilidad con la actividad física caracterizaron sus inquietudes multidisciplinaresPocas personas como Roque Díaz pueden testimoniar y argumentar con tanta determinación la larga y entusiasta vinculación que tuvo Jerónimo Saavedra con el deporte, siendo el fútbol una de sus pasiones más reconocidas. «Entendía de todo con la clarividencia que le acompañó siempre. Pero a mí me maravillaba lo que sabía de fútbol, del juego... Asombroso, aunque tratándose de él, no me extrañaba. Lo conocía desde antes de mi retirada como futbolista profesional, en la temporada 1983-84, pues ya yo era militante el PSOE. Más de cuarenta años en los que forjamos una relación muy estrecha, de muchísima confianza. Y en la que pude constatar que era un firme defensor de la actividad física, del deporte y un amante del fútbol y de la UD Las Palmas«, asegura.
Roque trabajó a sus órdenes como concejal de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas así como de asesor de la Dirección General de Deportes, funciones en las que consideró «un honor» rendir cuentas a quien consideraba «un amigo de los de verdad» sin que su condición de alcalde o presidente del Gobierno «le hicieran cambiar una personalidad cercana».
«Ibas a ver un partido de fútbol con él y conocía a todos los jugadores. Pero es que ibas al baloncesto y pasaba exactamente lo mismo. Y sí, puedo decir que su sensibilidad con la UD era muy especial. Hubo unos años, cuando se metió de lleno en el proyecto del Universidad, en los que tuvo ciertas diferencias con el club. Pero siempre se preocupó por la UD, disfrutaba o sufría, según lo que hiciera el equipo, y acudía gustoso a los actos del club con el orgullo que le daba haber sido aficionado y abonado desde niño«, añade.
Meses atrás, con motivo de su cumpleaños, Roque quiso, como siempre, felicitarle aunque ya no pudo. «Rarísimo que no me cogiera el teléfono. Ya me quedé como preocupado porque no era normal. Lamentablemente, ya se nos ha ido y lo tendré muy presente siempre por todo lo que significó».
Tal era la pasión de Saavedra por el fútbol que a finales de los noventa fue uno de los fundadores del Vegueta, posterior Universidad de Las Palmas, al que siguió sus evoluciones tanto en el campus de Tafira como en Maspalomas, cuando allí trasladó el escenario de sus partidos, o el Estadio Insular. «Era un privilegio tener a un directivo de su dimensión», recuerda Julio Suárez, «y le gustaba entrar en la caseta y dar consejos a los jugadores, preocuparse por ellos y animarlos». Julio destaca que la predisposición que tenía a ayudar «era absoluta», lo cual ayudó a que el club recién configurado «pudiera crecer en todos los sentidos».
«Jugaba el Universidad, mirabas al palco o a la grada y veías a Jerónimo, porque no faltaba a un partido, y eso ya le daba un prestigio enorme a todo», resalta.
La UD no tardó en reaccionar al anuncio del óbito y pronuncirse en sus cuentas oficiales a propósito del fallecimiento de Jerónimo Saavedra. Lo hizo con este comunicado: «Consternados por el fallecimiento de Jerónimo Saavedra, referente en la política canaria, primer presidente del Gobierno de Canarias, exministro y alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, además de parlamentario nacional y autonómico. La entidad muestra sus condolencias a familiares y amigos. DEP».
Y Miguel Ángel Ramírez, presidente del club, así se manifestó al recordar su figura: «Jerónimo Saavedra ha sido un gran hombre de Estado y con uno de los más notables relieves políticos de los últimos 40 años. Eso, sin embargo, nunca le impidió estar muy conectado a la realidad de una sociedad como la grancanaria y a los emblemas que la vertebran. Uno de esos emblemas es la UD, con la que tuvo una relación siempre de cariño, acentuada por la amistad personal que mantuvimos durante décadas. Siempre recordaré su ingenio, su humor inteligente y su sensibilidad artística y social. Descanse en paz».
Jerónimo Saavedra siempre hizo apología de sus sinceras simpatías a la UD, equipo por el que se hizo aficionado desde niño por influencia familiar, ya en los tiempos en los que, como reflejaba su carné de la época, vivía en la calle Luis Millares. Y una vez ni pudo ni quiso reprimir un guiño melancólico a aquellos tiempos en los que acudía a la General del Estadio Insular para seguir las evoluciones del equipo. En los actos del sesenta aniversario de la fundación de la entidad, celebrados en el Gran Canaria allá por 2009, y en su turno de palabra como una de las autoridades presentes, Jeronimo Saavedra, con una sonrisa dibujada en su rostro, exhibió ante todos los presentes su tarjeta acreditativa de fidelidad. Una muestra evidente e inequívoca de que allí había un seguidor incansable, a las buenas y a las malas, como tiene que ser.
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