El fracaso de una huelga

Los empresarios son culpables porque han adoptado una postura inamovible casi desde el principio de la negociación y, mientras se ha llevado a cabo, se han hecho declaraciones poco afortunadas por los representantes de la patronal, que lo único que han conseguido es calentar aún más los ánimos. Ayer mismo las que se hicieron desde Ashotel eran poco adecuadas si lo que se intenta es negociar y dialogar en los próximos días.

En un contexto de ingresos máximos y tarifas hoteleras desorbitadas, que son las más altas de España como apunta la propia Exceltur en su último informe, la reivindicación de los trabajadores está más que justificada. La subida salarial pactada en 2022, en un entorno de incertidumbre por la covid y la guerra de Ucrania, de un 2% para este año ciertamente se queda mínima. La Feht en Las Palmas lo ha entendido.

Los sindicatos son culpables también porque en esta huelga no solo se pelea por mejorar las condiciones salariales de los trabajadores sino que hay mucho de lucha sindical entre organizaciones, para ver quien es más fuerte y quien consigue más. Hay mucho en juego.

Finalmente es culpable el Gobierno de Canarias por las declaraciones hechas por el propio presidente, Fernando Clavijo desde hace muchos meses amenazando a los empresarios con subirles impuestos si no mejoran los sueldos. Estas declaraciones quedan bien de cara a la galería pero hay que tener cuidado con lo que se dice sobre todo cuando el margen de maniobra es limitado.