Recuperar el esplendor de antaño

Volver a la época gloriosa del fútbol sala en Gran Canaria, con títulos de Liga y Copa, con pabellones a rebosar en cada partido, parece una quimera. Sin embargo un grupo de históricos y otros representantes de las nuevas generaciones creen que, si no a ese alto nivel, sí es posible que este deporte vuelve a ser considerado como uno de los más importantes de la Isla.

Como bien explicaba Andrés Ramírez, a la cita concertada con CANARIAS7 para hablar de fútbol sala, acuden personajes de referencia de este deporte. Pero no solo de Canarias sino en toda España. «No se trata de una reunión más», señala, «en cualquier punto de la Península sería una cita de gran importancia. Quizá no sepamos valorar lo suficiente lo que estos deportistas han significado para el fútbol sala grancanario, canario y español». Las referencias eran para Trona, Eloy Martín, Pepe Arencibia, Delia Morales, Mingo Valencia o Miguel López, entre otros.

Y es que algunos de estos nombres forman parte de la historia del fútbol sala español. Mucho antes incluso de la fusión de las dos ligas, ocurrida en 1989. Sin embargo, Manolo Hernández, directivo de la Federación de Fútbol, sostiene que esos «años gloriosos, los mejores sin duda, se debieron a una generación de jugadores y entrenadores de carácter excepcional». Sin embargo, critica que el crecimiento fue «muy rápido y la estructura de los clubes era débil, de ahí que fallaran los fundamentos para tener una continuidad mucho mayor en el tiempo». Bastó que citara que el futuro del fútbol sala en Gran Canaria es «incierto» para enseguida tener respuestas por parte de casi todos.

Antes, sin embargo, Hernández recordaba que el aumento de fichas de jugadores ha sido muy importante. La cifra en «unas 3.500 después de que en dos años se duplicara el número».

A pesar de este dato significativo, en la charla se cita como clave del futuro resurgir de este deporte «que haya referentes, alguien que tire». Trona recuerda que el boom de finales de los años ochenta se debió a un torneo de aficionados que llenaba todas las canchas. De ahí salieron jugadores como Antonio Martín, casi nada. Luego lo adoptó el Ayuntamiento de la capital grancanaria. Después de que las dos federaciones nacionales se unieran, el fútbol sala nacional de la máxima categoría llegó a contar con hasta cuatro equipos canarios de renombre. Y llegaron los éxitos, claro, los mejores de España.

Paco Monzón explica que además de una gran afición detrás, «había emprendedores, auténticos valedores del fútbol sala, algo que hoy se echa mucho de menos». Fue nombrar «esos personajes imprescindibles de la época» y llevar sobre la mesa los nombres de Dionisio Ávila o Carmelo Sánchez.

Además de esa situación, Suso Méndez, quien espera recuperar con su Gáldar la élite para Gran Canaria, entiende que «ahora todo ha cambiado y el niño ve demasiados partido por televisión. Creo que muchos de los equipos grandes no atienden como deberían el fútbol base e insisto en que el fútbol siete, con campos de césped artificial, hace mucho daños al fútbol sala en las primeras edades». Méndez entiende que se debería invertir «más dinero en la habilitación de canchas de fútbol sala, por ahí va el futuro».

• Temas
• Fútbol sala