El tráfico vuelve a Obispo Romo
Cuatro años después, la conexión entre Escaleritas y Schamann volvió a abrirse al tráfico. Bajo la sombra que proyectaba la torre del Canódromo, los coches volvieron a circular en ambos sentidos. La obra costó 5,2 millones y sólo queda por inaugurar el ascensor del Barranquillo y las zonas verdes inferiores. Fue el primer gran problema que tuvo el grupo de gobierno socialista y la primera gran inauguración del grupo de gobierno popular. Entre el hundimiento de la calle y la construcción del viaducto han pasado cuatro años que han puesto a prueba la paciencia de los vecinos de Schamann y Escaleritas y la capacidad de resistencia económica de la zona comercial de Pedro Infinito. Ayer se inauguró al tráfico los cuatro carriles de Obispo Romo. Hasta ahora sólo se podía utilizar una parte del viaducto, pero desde ayer la conexión entre los dos barrios vuelve a contar con cuatro carriles, dos por sentido. «Por fin se abren al tráfico los cuatro carriles», explicaba ayer la concejala de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María del Carmen Hernández Bento. El puente es la solución al muro que existía en la zona y que se desplazó el 27 de noviembre de 2007 como consecuencia de los desprendimientos que ocasionaron las fuertes lluvias de entonces. El hundimiento del terreno provocó el corte de la vía y el inicio de una obra en la que finalmente se invirtieron 5,2 millones de euros. En principio, la obra iba a durar siete meses, con lo que, tras su inicio en marzo de 2010, se tenía que haber acabado en octubre del pasado año. Sin embargo, la detección de los cables telefónicos de la Isla, que pasaban por allí, obligó a redactar y ejecutar un proyecto complementario para desviar todos esos elementos de comunicación. Lo que queda por inaugurar ahora es el ascensor panorámico que llega desde Don Zoilo y que será abierto en septiembre, así como el parque inferior.Fue el primer gran problema que tuvo el grupo de gobierno socialista y la primera gran inauguración del grupo de gobierno popular. Entre el hundimiento de la calle y la construcción del viaducto han pasado cuatro años que han puesto a prueba la paciencia de los vecinos de Schamann y Escaleritas y la capacidad de resistencia económica de la zona comercial de Pedro Infinito. Ayer se inauguró al tráfico los cuatro carriles de Obispo Romo. Hasta ahora sólo se podía utilizar una parte del viaducto, pero desde ayer la conexión entre los dos barrios vuelve a contar con cuatro carriles, dos por sentido. «Por fin se abren al tráfico los cuatro carriles», explicaba ayer la concejala de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María del Carmen Hernández Bento. El puente es la solución al muro que existía en la zona y que se desplazó el 27 de noviembre de 2007 como consecuencia de los desprendimientos que ocasionaron las fuertes lluvias de entonces. El hundimiento del terreno provocó el corte de la vía y el inicio de una obra en la que finalmente se invirtieron 5,2 millones de euros. En principio, la obra iba a durar siete meses, con lo que, tras su inicio en marzo de 2010, se tenía que haber acabado en octubre del pasado año. Sin embargo, la detección de los cables telefónicos de la Isla, que pasaban por allí, obligó a redactar y ejecutar un proyecto complementario para desviar todos esos elementos de comunicación. Lo que queda por inaugurar ahora es el ascensor panorámico que llega desde Don Zoilo y que será abierto en septiembre, así como el parque inferior.
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