El puerto abre una vía a la guagua exprés en el istmo
La guagua exprés, el proyecto de mayor inversión que maneja el Ayuntamiento de la capital grancanaria para los próximos años, podrá ganar al puerto los terrenos que necesita en el istmo de La Isleta. «Sólo hace falta que alguien pague el traslado de las naves del PMA y de Cruz Roja», matiza el presidente de la Autoridad Portuaria.
Entre quince y veinte metros. Ese es el margen que necesita ganar al suelo portuario el proyecto de la guagua exprés para sortear la congestión del tráfico en la zona del istmo de La Isleta. De esa ampliación depende la mayor inversión que maneja en estos momentos el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, cercana a los 100 millones de euros, con la que pretende articular un servicio rápido de transporte de viajeros en la ciudad baja, que implica notables cambios en la fisonomía urbana de la ciudad.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, cree que esa cesión de suelo será posible «siempre que alguien se haga cargo de los costes del traslado de las naves del Programa Mundial de Alimentos y de La Cruz Roja». Para eso se necesitan entre seis y ocho millones euros, si se atiende a los cálculos de la propia institución portuaria. Este criterio abre una puerta que estuvo cerrada al menos hasta el pasado mes de julio, cuando se presentó el plan Puerto -Ciudad, un diseño que entonces no contemplaba tránsito alguno del transporte público, y no dejaba margen a nuevos trazados en el entorno del futuro acuario, pieza central de la nueva estructura urbana en el suelo conquistado al puerto entre los muelles de Santa Catalina y Sanapú.
Ibarra ve ahora viable esa incorporación, «lo lógico es que esas naves se ubiquen en la zona franca, donde hay suelo disponible, de forma que toda la superficie del entorno del acuario se adapte a los nuevos usos que reclama la ciudad». El presidente de la Autoridad Portuaria considera «viable» que alguna de las instituciones implicadas en ese nuevo espacio aporte los fondos necesarios para el traslado, de forma que esté culminado antes de que el acuario abra sus puertas en el primer semestre de 2017. El conjunto está llamando a convertirse en la «milla de oro» de la cuidad, según Ibarra.
