David García: «Hubo otras grandes plantillas que acabaron descendiendo»
El sábado jugó ante el Córdoba a pesar de que horas antes supo que había fallecido su abuelo, algo que afirma hizo por responsabilidad con el equipo del que es capitán. Valora la plantilla actual como la mejor que ha conocido en el club, pero subraya que sin esfuerzo el talento no es garantía.
El sábado, horas antes de enfrentarse al Córdoba, recibió una llamada de su madre para contarle que su abuelo había muerto. A pesar de ello decidió jugar.
Nunca había vivido una situación así. Creí que debía estar en el campo para ayudar al equipo. Es muy complicado, te cuesta mucho y te vas del partido. Había sido muy reciente. Durante el primer tiempo me costó muchísimo; después sabía que tenía que estar con la familia y ayudar a mi madre y a mi abuela. Avanzan los días, uno lo asimila un poquito.
¿No se lo contó a nadie?
Me lo reservé. No se lo quería contar a nadie. Los que me conocen más me lo notaron y se los dije. Pero con el paso del tiempo se fueron enterando todos y me llamaron el entrenador, el segundo entrenador, el presidente, mis compañeros. Les agradezco a todos su apoyo.
¿Durante los partidos hay muchas cosas en la cabeza de un jugador que la gente desconoce?
El aficionado y el periodismo ven su partido y luego lo analizan. Pero detrás de eso hay muchas cosas. La familia, lesiones, problemas que surgen durante la semana. Es parte del fútbol. Hay momentos en los que estás mejor o peor, pero lo importante es siempre estar. Ponerte a disposición del equipo y del entrenador para lo que haga falta.
¿Alguna de esas malas semanas, cuando lee una crítica, le afecta mucho? ¿Se siente impotente?
Llevo once años en la Unión Deportiva y he visto tantas cosas que ya no me afecta nada. Tengo 31 años. Llegué a Las Palmas con 20 y venía del Vecindario un sitio pequeñito. El primer año las críticas, lo tengo que reconocer, me afectaron muchísimo. Venía de donde venía y no conocía esto. A estas alturas, aunque sigo siendo el mismo, haciendo las mismas cosas que he hecho siempre, y con una vida rutinaria, lo llevo mejor.
¿Lo ve igual desde un prisma colectivo? ¿Reduce la ansiedad de los malos momentos por los que siempre pasa un equipo?
La verdad es que sí. Cada año es distinto, con jugadores nuevos y una exigencia cada vez mayor. El año pasado salimos con un objetivo que esta temporada es aún más ambicioso. Hay que tener tranquilidad porque hay muchos jugadores nuevos, algunos que llegaron incluso el último día del mercado. Eso necesita un periodo de adaptación, incluso en lo físico. Esta temporada tenemos que estar tranquilos, la temporada anterior empezamos mal y acabamos bien. En ese año no estamos ni bien ni mal. A tiro de los de arriba. Es muy largo y debemos ser regulares y fuertes atrás.
Sin terminar de jugar bien y generando pocas ocasiones, pero próximos a los objetivos marcados.
No podemos negar la calidad de los jugadores que han venido. Todos tienen una trayectoria importante en Primera División y eso se vio el otro día. Sin hacer un gran partido ni generar ocasiones ganamos el encuentro. Y eso que el primer gol no fue ni una ocasión, pero se fabricó muy bien. Sabemos gestionar bien los recursos.
Hay teóricos que dicen que Las Palmas tiene la mejor plantilla de la categoría. ¿Es el mejor grupo, en calidad, en los años que lleva en el club?
Puede ser. Juntarse lo que se ha juntado esta temporada, aunque también había muy buen grupo la campaña anterior, es difícil. Tener gente como Valerón, Ángel, Nauzet o Momo; Aranda, Apoño, Masoud... Tenemos un muy buen equipo. Pero años anteriores en Segunda División han habido grandes equipos que, incluso, han llegado a descender. Eso no nos asegura estar arriba. Hay que demostrarlo, porque tenemos unas exigencias muy grandes. Debemos competir siempre a la altura del contrario, porque con la calidad que tenemos sacaremos partidos.
¿Cómo ha encajado esa gente en el vestuario?
Muy bien. Estoy muy sorprendido. Se han acoplado a la perfección, aunque somos un grupo muy sano que recibe a todo el mundo con mucha naturalidad. Eso se tiene que ver también reflejado en el terreno de juego. Somos un vestuario espectacular y esa es una base que tenemos que explotar para conseguir buenos resultados y conseguir alcanzar los objetivos marcados a principio de temporada.