Cuenta atrás para el sueño del Gáldar
El próximo viernes el Gáldar Gran Canaria podría ser equipo de Primera División después de dieciocho años. El reto monopoliza los sueños de toda la familia del club norteño, que se aplica al máximo en finiquitar una eliminatoria frente al Marfil Santa Coloma y que desea rematar sin tener que llegar al tercer partido.
Suso Méndez, técnico del Gáldar, reconoce que la empresa no va a ser nada fácil: «¿El ambiente que nos espera en Barcelona? El mundo contra nosotros, así de claro», asegura. Será pasado mañana, a partir de las 19.30 (hora canaria), cuando se dispute el segundo partido de la eliminatoria decisiva ante el Marfil Santa Coloma y que puede valer el ascenso. Tras ganar el primer encuentro por 2-1, hay margen de error, pues una derrota (se contabilizan las victorias, no los parciales goleadores) implicaría ir al desempate, pero nadie en el equipo grancanario quiere agotar esa vía. «Mejor si subimos del tirón, porque bastante tensión habrá en la cancha como para alargarla con otro enfrentamiento», dice Méndez, quien ha aconsejado a sus pupilos «tranquilidad», pese a que intentos anteriores frustrados «nunca se olvidan». El rival de turno acreditó «calidad y experiencia» en el precedente en el Juan Vega Mateos - «por algo ha jugado el último año en la máxima categoría»- aunque el respeto que causa no acarrea temor o vértigo. «Si ya nos impusimos una vez, pese a marcar cuando acababa la prórroga, podemos hacerlo otra. Nos queda un paso, un último esfuerzo y confiamos al máximo en nuestras condiciones», insiste el técnico ante la mirada cómplice de sus jugadores en una de las sesiones de trabajo que restan para la cita.
En Gáldar todo el mundo habla de lo mismo. Tras perder a sus referentes en el balonmano y el fútbol, recuperar una representación nacional de este calibre le daría un diferencial que llena de responsabilidad a los protagonistas que pueden hacerlo. Algunas autoridades políticas estarán presentes en la Ciudad Condal para apoyar al equipo y, de darse el ingreso entre los mejores del país, se anuncian festejos como hace tiempo que no se daban.
Mañana la expedición emprende viaje en dos turnos - «por cuestiones laborales no podemos ir todos juntos», matizan desde el club- y los pasajes de vuelta están sacados para el domingo, porque, a riesgo de jugar el sábado, la economía imponía prudencia. «Ojalá que tengamos el sábado libre y podamos celebrar el ascenso dando un paseo por Barcelona, aunque no va a ser fácil. Habrá que darlo todo y estamos preparados», remata Suso Méndez.
