100 familias viven del Mercado
El San Gregorio del siglo XX no se entiende sin las tiendas ni el mercado de abastos. Durante décadas hizo de capital comercial de la mitad Sur de Gran Canaria. Todo aquello se derrumbó tras la llegada de las grandes superficies y solo el Mercado Municipal sobrevive como heredero de aquella tradición. Sus puesteros lucharán para que no sucumba.
A Servando Ramírez le tiembla un poco la voz cuando se le pregunta por lo que significa para él el Mercado. «Todo, para mí lo es todo». Lo heredó de su padre, Miguel Ramírez, que tuvo cuatro puestos en el llamado Mercado Viejo, donde hoy está la Casa de la Juventud, y ahora ha sido el propio Servando quien se lo pasado a sus dos hijos. Su puestito de frutas y verduras ha dado de comer a tres generaciones de una misma familia. Pero su historia es sólo una más de las que pueden contar las 100 familias que a día de hoy viven gracias al Mercado Municipal de Telde.
Tiene vida y alma propias. Y es probable que sea el recinto público local por el que pasan más personas en Telde a lo largo del día. Pero esta semana ha saltado a la arena de la actualidad informativa por la decisión del gobierno teldense de cambiarle el modelo de gestión. La idea es que a partir de ahora el recinto no lo lleve directamente el Ayuntamiento, sino una empresa privada. Se le daría una concesión por un número determinado de años.