La Minilla vuelve a tener churrería: un nuevo local rescata el sabor del barrio
Con nuevos dueños, terraza y cocina casera, reabre en La Minilla una churrería que recupera la tradición de los desayunos del barrio con churros clásicos y cocina de siempre
Desde hace unos días, La Minilla vuelve a oler a churros recién hechos. Y con ello, también ha vuelto una parte del alma del barrio. Tras algún tiempo sin churrería, este rincón que tantas mañanas, meriendas y conversaciones animó, reabre con nueva gerencia, y la misma esencia: ser punto de encuentro para vecinos y familias.
El nuevo local, reformado, con una sala cómoda y una magnífica terraza, la nueva Cafetería Churrería La Minilla apuesta por la tradición, por lo auténtico, por esa cocina casera que reconforta al cliente. Aquí no solo se sirven los churros clásicos de toda la vida, sino también una carta extensa de bocadillos tradicionales, de esos que no fallan: lomo, pollo, vueltas además de sándwiches, pulguitas y más propuestas, todas sabrosas y recién hechas, con pan fresco del día y la atención cercana como la mejor manera de recibir los buenos días.
La acogida no ha podido ser mejor. Desde su apertura, el pasado jueves, el local ha vivido la acogida de una clientela, deseosa de volver a tener su churrería del barrio y que ya prometen fidelidad. Y es que no se trata solo de desayunar o merendar: se trata de volver a tener un punto de encuentro y una costumbre que siempre formó parte del ADN de este barrio.
Además, la nueva churrería ha sido totalmente reformada, cuenta con una terraza cómoda en donde puedes tomar asiento con tu mascota. Su horario será amplio, ajustado al del centro comercial donde se encuentra, y su oferta también se amplía con menús del día, platos caseros y recetas con acento canario.
Y, por si fuera poco, en breve porque aún se encuentran esperando por la maquinaria para hacerlos realidad, se sumará un guiño a los amantes del churro madrileño: finitos y crujientes.
Así que, con esta nueva, acertada y ganadora apertura regresa al barrio el sentimiento colectivo de recuperar un pedacito de la historia que lo ha visto desarrollarse, así que no han podido ser mejor bienvenidos a La Minilla.