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El año 2019 no va a ser bueno para la economía canaria, ni en términos de Producto Interior Bruto (PIB) y generación de riqueza ni en términos de empleo. La desaceleración de la que vienen advirtiendo distingos organismos y servicios de estudios se confirma y se siente ya en el sector turístico y el consumo de los canarios «con preocupantes signos de estancamiento o incluso caídas».
Así lo recoge el informe de perspectivas de la economía canaria de la Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) de Santa Cruz de Tenerife, que por ahora es el organismo que más pesimista se muestra a la hora de hacer previsiones para este año. Según sus cálculos la economía canaria crecerá tan solo un 1,2% en este ejercicio, un punto menos que en 2018 y lejos de los alzas del 3% de los últimos años. Su previsión es muy inferior a la apuntada por otros analistas como el BBVA Research, que calcula que el PIB isleño repuntará este año un 2,4%.
En términos de empleo, las previsiones tampoco son optimistas. La CEOE cree que en 2019 no se creará prácticamente empleo. Es más se podrían destruir puestos de trabajo hasta elevar la tasa de paro hasta el 20,8%, un punto más que el 19,9% con el que cerró 2018, cuando se crearon 42.000 empleos.
El origen de la desaceleración de la economía canaria hay que buscarlo en el sector turístico. En 2019 y por primera vez en los últimos diez años el sector, motor económico de las islas, dejará de aportar al PIB e incluso lastrará su crecimiento. «El sector turístico se comportará en Canarias peor que el resto de la economía y detraerá potencial de crecimiento al PIB», se apunta desde la CEOE.
En 2018 los turistas que llegaron a las islas cayeron un 2,5%, en parte debido a la recuperación de destinos competidores como Turquía y Egipto. Para 2019 se prevé un descenso mayor del número de visitantes puesto que durante este año continuará la recuperación de ambos destinos. Este panorama se ensombrece con la situación económica que atraviesan dos mercados clave para las islas: Alemania y el Reino Unido. El primero, a punto de entrar en recesión y el segundo, afectado por un brexit, que aún no se sabe como va a concluir.
Además, los vientos de cola que impulsaron el crecimiento en los años anteriores se convierten, en palabras del presidente de la CEOE, José Carlos Francisco, en vientos «que soplan de frente» y frenan la economía canaria.
El otro motor de crecimiento, el consumo, comienza también a perder vitalidad. Los canarios empiezan a contraer el gasto ante las señales de alerta.
El problema, según la CEOE, es que no hay ningún sector que pueda coger el relevo del crecimiento. El único que puede tirar algo es la construcción, que en los últimos meses ha cogido cierto impulso. Así todo, es insuficiente para cubrir a los dos grandes: turismo y consumo. Otro de los valedores de la economía isleña durante este año será el sector público, que será precisamente a través de la inversión el que arrastre vía licitaciones a la construcción. La CEOE reclama en este sentido más esfuerzo inversor a la administración. En cuanto a la inversión privada se paralizará en 2019 y no se acometerán nuevos proyectos, según la CEOE.
El presidente de la CEOE de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Francisco, estima que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) conllevará la destrucción de entre 3.000 y 12.000 empleos en Canarias, acercándose más e incluso superando la cifra alta en virtud a un crecimiento de la economía de solo un 1,2% para 2019. «No podía haberse elegido peor momento para una subida del SMI que éste, en pleno escenario de desaceleración económica y de grandes incertidumbres internacionales», indicó Francisco.
Desde la CEOE se reconoce que una subida del SMI tiene efectos positivos porque eleva el nivel de renta de aquellos trabajadores que tienen empleo pero advierte de que son mayores las consecuencias negativas, sobre todo en el mercado laboral canario que reúne todos los condicionantes para un «fuerte impacto».
Para empezar, el archipiélago es la región que tiene una mayor cuota de trabajadores afectados por la subida del SMI, en concreto del 13%. Es además la región con unos niveles de productividad más bajos y la destrucción de empleo o la no creación de nuevo se produce, con la subida del SMI, cuando la productividad es inferior al nuevo coste laboral. La tasa de desempleo juvenil en las islas es del 37,5% mientras que uno de cada dos parados son de larga duración (llevan más de un año sin trabajo), dos colectivos que ante una subida del SMI suelen quedar excluidos del mercado laboral.
El presidente de la CEOE, José Carlos Francisco, criticó ayer la parálisis legislativa y reformista que sufre el país desde 2015. En sus palabras, la última legislatura ha sido «la menos prolífica» en la elaboración de leyes de la historia democrática. «Se ha dilapidado un periodo de bonanza económica sin realizar ninguna reforma estructural en la economía y hay amenazas, como de la insostenibilidad de las pensiones que no pueden esperar más tiempo antes de ser afrontadas», indicó.
Advirtió de que las previsiones se han hecho con el escenario de un brexit con acuerdo. De no ser así todos los datos empeorarán.
Desde la CEOE de Tenerife se criticó ayer el «empeoramiento» del clima para el desarrollo de actividades económicas debido a los frecuentes avisos de aumento de impuestos y de límites y restricciones a numerosos sectores como el automóvil, el gasoil, los VTC, el alquiler, la banca, el comercio electrónico y las transacciones financieras. «Así no es de extrañar que el Índice de Confianza Empresarial muestre dos caídas consecutivas en los últimos trimestres», se indicó.
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