El plan Juncker se abre a las pymes de las RUP

Su implementación, sin embargo, ha pasado de puntillas por las nueve regiones ultraperiféricas (RUP) de la Unión Europea. Según los datos aportados ayer por la responsable de la Dirección General de Política Regional y Urbana de la Comisión Europea, Dana Spinant, en las RUP solo se han puesto en marcha siete proyectos con cargo al plan Juncker. En Canarias, el único expediente en marcha es la metroguagua (logró financiación de 50 millones de los 102 de presupuesto inicial). La implantación del gas canalizado en las islas, con Redexis, también contó con fondos del Banco Europeo de Inversiones -socio estratégico del Plan Juncker- (125 millones), aunque el proyecto está parado y pendiente de resolución judicial. Las RUP de Reunión y Guadalupe también se nutrieron de este plan de inversiones para el desarrollo de infraestructura aeroportuaria y en Mayotte se utilizó para el despliegue de la telefonía móvil. Pero no hay más.

Esta situación llevó a las RUP a demandar a principios de año al BEI un análisis de situación para detectar los motivos de la escasa acogida del Plan Juncker en su sector privado. El resultado, presentado ayer en el marco de la XXIII Conferencia de Presidentes de las RUP, achaca al reducido tamaño de las empresas que conforman el tejido productivo de las RUP el reducido éxito del plan Juncker. «Vamos a explorar nuevas posibilidades para las RUP, donde el 92% de sus empresas tienen menos de cinco empleados», indicó ayer Spinant, quien recordó que el plan Juncker se ha ampliado hasta el 2020 y ha elevado su programa de financiación hasta los 500.000 millones de euros.

«Tienen una nueva oportunidad de presentar propuestas. El BEI y la UE están aquí para ayudarles pero depende de ustedes», dejó claro Spinant. Tras su intervención tomó la palabra uno de los responsables de instrumentos financieros de BEI, Alain Kauffmann, quien planteó las tres líneas de actuación en las que se trabajará a partir de ahora para lograr que las pymes de las RUP pueden acceder a la financiación del plan Juncker.

Consciente de las diferencias que existen entre las nueve RUP, Kauffman consideró que cada una de ellas debe crear una «plataforma de inversión» para gestionar las ayudas en su contexto específico, si bien, varias pequeñas RUP podrían llegar a unirse para optar a la financiación. En el caso de España, esa plataforma podría crearse a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Como indicó Kauffman, ésta sería la «manera más fácil y eficiente» de hacerlo, aunque por el momento no se sabe si el ICO estaría dispuesto a aceptar esa encomienda. Crear una línea de microcréditos sería otro mecanismo, pero como señaló ayer el consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, «habría que ver cómo hacerlo». Y como tercer elemento clave, desde el BEI se aboga por dotar de asistencia técnica los proyectos que soliciten financiación.

Preguntado Ortega sobre la posibilidad de que el propio Gobierno creara una plataforma de inversión si el ICO no asumiera el papel, indicó que «no se descartaba esa posibilidad».